Ultimátum de Johnson a la UE: negociación exprés en nueve días o Brexit duro

El primer ministro británico, Boris Johnson, está preparado para lanzar hoy mismo un ultimátum a la Unión Europea: negociar el Brexit en los términos que proponga dentro de los próximos nueve días, o enfrentar una salida sin acuerdo. Según fuentes consultadas por Bloomberg, la UE no aceptará su propuesta. 

Hoy mismo, Johnson pronunciará un discurso de cierre en la conferencia anual de su Partido en Manchester, y presentará una oferta de "compromiso justa y razonable" a la UE, según informa su oficina de comunicación. El 'premier' británico sigue enfrascado en que ahora mismo resulta vital cumplir con la decisión del pueblo británico de abandonar la UE expresada en el referéndum en 2016.

"Después de tres años y medio, la gente comienza a sentir que los están tomando por tontos", argumentará Johnson. "Están comenzando a sospechar que hay fuerzas en este país que simplemente no quieren que se cumpla el Brexit".

Bajo el brazo, Johnson trae una propuesta alternativa para evitar la controvertida "salvaguarda" de la frontera de Irlanda. En esencia, Johnson propondrá eliminar el llamado respaldo fronterizo irlandés (el conocido como 'backstop'), la parte más polémica del acuerdo que firmó su predecesora, Theresa May, que garantizaba que Irlanda seguiría siendo parte de la UE. 

En su lugar, el primer ministro británico pretender colocar a Irlanda del Norte en un régimen transitorio con un límite temporal de cuatro años, hasta 2025. Esto implicaría que Irlanda del Norte estaría alineada con la UE hasta esa fecha. Se requerirían controles aduaneros entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, algo a lo que Irlanda y la UE se oponen.

Esta es la clave del ultimátum de Johnson, quien además se ha cuidado de apurar los plazos y no desvelar la propuesta hasta la recta final, para apenas dejar tiempo a que los líderes de la UE la valoren. Es esto, o el Brexit duro. 

Faltando menos de un mes para que Gran Bretaña abandone la UE, todo aún depende de la cuestión de la frontera irlandesa. Una vez que el Reino Unido haya abandonado la unión aduanera de la UE, será necesario que haya controles fronterizos, pero ambas partes dicen que se oponen a la infraestructura física, como los puestos de control en la frontera.