Salón de Alta Relojería plasma optimismo del sector tras remontar exportación

La industria relojera de alta gama vive un momento optimista después de que las exportaciones remontaran el año pasado de[…]

La industria relojera de alta gama vive un momento optimista después de que las exportaciones remontaran el año pasado de nuevo, algo que evidencia el Salón Internacional de la Alta Relojería que se celebra esta semana en Ginebra con seis nuevas marcas y la mirada puesta en las nuevas tecnologías.

Después de 25 meses de contracción de las exportaciones en 2015 y 2016, el pasado marzo se inició una tendencia positiva que se extendió hasta noviembre de 2017, cuando el valor total de la exportación de relojes suizos quedó justo por debajo de los dos mil millones de francos (1.675 millones de euros).

"Es una buena señal para 2018", manifestó la presidenta del Salón Internacional de la Alta Relojería (SIHH, en sus siglas en francés), Fabienne Lupo, que estimó una recuperación de las exportaciones del 3 al 3,5% en 2017.

Con la incorporación de 6 nuevos expositores, entre los que destaca Hermès, la 28 edición del SIHH cuenta con un total de 35 marcas de prestigio, que incluyen 18 "maisons" históricas y 17 compañías más pequeñas e independientes.

El salón, que se celebra en Ginebra hasta el próximo 19 de enero, espera alrededor de 20.000 visitantes, entre minoristas y demás actores del sector, y unos beneficios de 40 millones de francos para la región.

Además, con la voluntad de acercar este evento al cliente final, el Salón abre sus puertas al público el día 19 -por un precio de 70 francos o 59 euros- tras el éxito de la iniciativa en la edición pasada, cuando 2.500 personas visitaron el SIHH en esta jornada.

Desde su primera edición en 1991, el SIHH ha ido creciendo hasta convertirse en uno de los eventos de referencia en el sector relojero de alta gama, este año con un 20 % más de superficie.

El director general de productos y participación del Grupo Hermès, Guillaume de Seynes, aseguró en una rueda de prensa que el trabajo previo a su participación en el salón "había sido todo un reto".

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Su zona de exposición, justo en la entrada, resultó en un museo interactivo de relojes que nada tenía que envidiar al chalet alpino de MontBlanc o al oasis simulado por Piaget.

Teniendo en cuenta que el 50 % de los clientes de la relojería de lujo tienen menos de 30 años, el salón también tiene la mirada puesta en las nuevas tecnologías y las generaciones futuras.

Escenarios de realidad virtual, la posibilidad de seguir determinados eventos por streaming y la presencia de bloggers e influencers son algunos de los elementos que contribuyen a que el SIHH conecte con su público más joven.

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Entre las novedades presentadas en la primera jornada, Piaget lanzó su "Altiplano Ultimate Concept", un reloj de tan solo 2 milímetros de grueso, el mismo tamaño que una moneda de dos francos.

Aunque representa el reloj mecánico más fino nunca presentado, todavía no está a la venta ya que tan solo se han fabricado tres ejemplares que se han utilizado a modo de laboratorio.

Piaget aseguró que sus elementos ultrafinos podrán ser utilizados en otros productos.

El grupo Richemont sigue siendo el más representado en el salón ginebrino con A. Lange & Söhn; Baume & Mercier; Cartier; IWC; Jaeger-Lecoultre; MontBlanc; Panerai; Piaget; Roger Dubuis; Vacheron Constantin; y Van Cleef & Arpels.

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Su competidor Kering incorpora las marcas Girard-Perregaux y Ulysse Nardin, mientras que entre las compañías independientes se encuentran Audemars Piguet, Parmigiani, Greubel Forsey y Richard Mille.

El CEO de Audemars Piguet, François-Henry Bennahmias, destacó los buenos resultados de la firma después de seis años de crecimiento consecutivo desde que decidieron fijar la producción a 40.000 relojes por año.

"Es una estrategia de calidad. El lujo no es posible sin las emociones, nosotros no hacemos mercadotecnia", concluyó Bennahmias.

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