Rallo: Crisis fue porque sistema financiero tiene privilegios y salvaguardas

El economista Juan Ramón Rallo ha considerado hoy que la crisis económica estuvo motivada, principalmente, porque el sistema financiero tiene[…]

El economista Juan Ramón Rallo ha considerado hoy que la crisis económica estuvo motivada, principalmente, porque el sistema financiero tiene "numerosos privilegios, salvaguardas y protecciones por parte del poder político" que provocó un "comportamiento muy imprudente" de los bancos que los llevó a la quiebra.

El economista, profesor de IE Business School, ha hecho esa reflexión a los periodistas antes de participar hoy en la segunda edición del Día del Economista, organizado por el Colegio Oficial de Economistas de la Región de Murcia.

En su opinión, en contra de la tesis mantenida por la mayoría de los expertos, la crisis económica que se inició hace ahora diez años con la quiebra de Lehman Brothers, no se debió sustancialmente a una "liberalización masiva de los mercados", sino a esas citadas conductas "imprudentes" de los bancos, que concedieron créditos de forma masiva y de forma muy arriesgada, "abocando a la bancarrota del sistema financiero".

En su opinión, "la banca parasita a la sociedad" a través de esos privilegios que le concede el poder político, que llegó a rescatarla cuando quebró "a costa de los contribuyentes" y, aunque el sistema financiero vuelve a tener beneficios después de haber sido saneado, los bancos continúan hundidos en la bolsa y "no es el negocio más rentable del mundo".

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Preguntado por los periodistas, se ha referido a la reciente sentencia del Tribunal Supremo sobre los impuestos en el pago de hipotecas y ha considerado que sería una "intromisión inaceptable" si la "marcha atrás" dada por el alto tribunal se ha debido a presiones del sector.

No obstante, ha opinado que "la sentencia se interpretaría mal si se piensa que le corresponde a la banca" abonar a los ciudadanos las cantidades que pagaron, puesto que es la administración, que lo recaudó con "absoluta falta de diligencia", la que debería asumir la devolución.

También se ha referido a la propuesta del Ejecutivo de aumentar el salario mínimo hasta los 1.000 euros y ha opinado que "no tiene sentido" que el salario sea igual en todas las comunidades autónomas, sin tener en cuenta sus economías, porque ello podría suponer para las más pobres que el salario mínimo fuera superior al salario medio.

Eso podría tener efectos "muy negativos", ha advertido, provocando despidos forzosos, sustitución del personal menos cualificado o reducciones de las jornadas laborales, por lo que ha considerado que se trata de una "propaganda de las buenas intenciones".

Rallo se ha referido asimismo al problema del agua y ha considerado que en este asunto "se produce una lucha de intereses políticos" que priman sobre los económicos "para ver quién me da más votos para hacer una u otra política".

"Como este Gobierno parece que quiere descansar más sobre los votos de regiones que son contrarias al trasvase, está dispuesto a sacrificar un sector económico pujante, como es el agrícola en la Región de Murcia, para obtener mayores votos de esa regiones. Nohay una lógica económica detrás, solo una perversa lógica política", ha explicado.

En su opinión, la política "lógica" respecto al agua es "ponerla en el mercado" y permitir que las regiones con exceso de agua la vendan a las que tienen déficit, porque con los bienes que se comercian no se genera conflicto alguno, mientras que en los que son apropiados por los políticos "entra el cálculo electoral permanente".

Sobre otro de los problemas que afecta directamente a la Región de Murcia, la financiación autonómica, ha considerado que hay una "cierta trampa" en el modelo actual en el que las comunidades más ricas aportan dinero a las más pobres, porque las diferencias entre territorios apenas se reducirían así a la mitad en 50 años.

En su opinión, para lograr un mayor crecimiento, las autonomías pobres deberían tener mayor poder de decisión en el régimen tributario y poder así diferenciarse y atraer inversiones, algo que actualmente no es posible, puesto que el estado apenas permite autonomía para ello, y las regiones pobres "siguen siendo rehenes" de las aportaciones que reciben.

En cuanto a la economía española, ha valorado que mantiene un crecimiento "equilibrado", apoyado en sectores "no burbujistas", pero a su juicio, el crecimiento de la deuda ha llegado a niveles "insanos" y un país muy endeudado que no crece de manera tan vigorosa como lo hacía puede volver a generar inquietudes en los inversores internacionales.

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