Ralentización económica: ¿una pequeña borrasca o se avecina la tormenta perfecta?

Desaceleración, ralentización económica o recesión. Mucho se está hablando sobre estas palabras pero poco se está sacando en claro. Lo[…]

Desaceleración, ralentización económica o recesión. Mucho se está hablando sobre estas palabras pero poco se está sacando en claro. Lo único cierto, es que Italia entró en recesión técnica en el cuarto trimestre de 2018, que el Banco Central Europeo (BCE) está preocupado y atento a las circunstancias del mercado, y que la semana pasada una revisión a la baja de las previsiones macroeconómicas de la Comisión Europea sobre la economía europea tumbó las bolsas.

El miedo a una desaceleración está ahí, pero lo que produce más miedo es que la desaceleración económica, que podría ser normal después de haber crecido durante los últimos años a un ritmo del 3%, dé lugar a una crisis. Repasamos los últimos datos que han hecho saltar las alarmas.

Paro: 

El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) subió en 83.464 desempleados en enero ( 2,6%). Lo relevante es que se trata de su mayor alza en este mes desde 2014, cuando el paro se incrementó en más de 113.000 personas. Tras el fin de la campaña de Navidad, el aumento del paro se dejó notar especialmente en el sector servicios, que sumó 85.584 parados en enero ( 3,8%), seguido de la agricultura, con 4.920 desempleados más ( 3,5%), y de la industria ( 1.202 parados más, 0,4%). Por contra, el desempleo bajó en la construcción (-6.896 desempleados, -2,5%) y en el colectivo sin empleo anterior (-1.346 parados, -0,5%).  Pero fue el dato de la Seguridad Social ya que perdió 204.865 afiliados (-1,08%), su mayor retroceso en este mes desde 2013 y cifra muy similar a la caída de cotizantes que se experimentó en enero de 2016 (-204.043 ocupados).

Producción industrial: 

Es otro elemento a tener en cuenta. Aunque cerró diciembre con un incremento del 0,8%, se trata del menor en los últimos cuatro años. Asimismo, en tasa interanual registró una caída del 4,2%, descenso que se amplía si se elimina los los efectos desestacionalizados del calendario, que supondría una caída del 6,2%.

Previsiones de la Comisión Europea:

Las previsiones de invierno de la Comisión Europeo (CE) no han sido nada optimistas. En su pronóstico de invierno, la Comisión Europea revisó a la baja la previsión de crecimiento para la eurozona, así como para la Unión Europea en su conjunto. En el primer caso, la reducción sería de seis décimas a 1,3%, y en el segundo sería de cuatro décimas a 1,5%. Los motivos son varios como las tensiones comerciales y la ralentización en mercados emergentes, especialmente China. También se refirió a la posibilidad de un Brexit duro, que a 50 días de la fecha límite es cada vez más grande. Por países, Alemania fue el Estado que recibió una previsión más negativa, del 1,8% al 1,1%. Para España, el recorte tan solo ha sido de una décima: del 2,2% al 2,1%.

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Al respecto, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, señaló que el organismo puede recuperar "herramientas" como el programa de compras netas de activos "si las cosas van muy mal", aunque ha añadido que no es muy "probable" que esto suceda, especialmente este año durante una intervención en el Parlamento Europeo. En cuanto a la reunión del Consejo de Gobierno admitió que la próxima subida de tipos se pospondrá hasta el próximo año. 

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