Menos oficinas, más asesoramiento robotizado
El anuncio esta semana por parte del Santander de proceder a una importante reducción de personal y la decisión del[…]
El anuncio esta semana por parte del Santander de proceder a una importante reducción de personal y la decisión del BBVA de activar también una política de ajuste, que debería llevar a la entidad a no poseer más de mil oficinas en unos años, han provocado, de sopetón, un interesante debate sobre lo que será la distribución financiera en un próximo futuro en España. Es un debate que, naturalmente, interesa al pequeño ahorrador/inversor tan acostumbrado a acudir a la oficina de su entidad financiera a no más de doscientos pasos de su domicilio. España, en poco más de cinco años ha pasado a ser el país con más oficinas bancarias por habitante a estar por debajo de la media europea. Y el proceso de reajuste no ha concluido y no sólo por las ya conocidas intenciones de Santander y BBVA, sino también por otras entidades, como Caixabank, para los que tal proceso es una urgente necesidad que se ha ido retrasando en el tiempo.
Ese futuro bancario pasa por un nuevo modelo en el que la transformación digital será fundamental, no sólo en el sector bancario, sino también en el asegurador y donde aparecerán los sistemas automatizados para aconsejar carteras de fondos de inversión a los ahorradores. Ya están en pleno desarrollo en Estados Unidos y en España se inician las primaras experiencias: los llamados "robo advisors" incorporarán a muchos inversores al asesoramiento financiero al cobrar unas comisiones muy bajas gracias a sus bajos costes de gestión. Bastará que el inversor diga cuál es su perfil para que, de forma automática, se le proponga una adecuada cartera de fondos. El auge de esta forma de asesoramiento, además de aumentar el número de inversores interesados en recibir asesoramiento, provocará una mayor competitividad en el sector y exigirá de los asesores personales un mayor valor añadido. En cualquier caso, el ordenador será el protagonista y el mudo testigo de los deseos y dificultades del ahorrador de pasado mañana. Y sería bueno que todos nos empezásemos a preparar ya.