Mejores seguros de asistencia en viajes

Aunque se va deteriorando, la sanidad en España tiene una calidad y unos niveles de asistencia médica envidiados por muchos países. Hasta el punto de que muchos extranjeros vienen a España a hacer turismo sanitario. Algo inaudito en la mayoría de naciones fuera de nuestras fronteras.

De hecho, si te vas de vacaciones al extranjero e incluso hablando de países tan desarrollados como Estados Unidos, las cosas son bien diferentes. Ya te puedes estar muriendo, que como no te lleven a las puertas de un hospital con la Visa Oro en la boca, prácticamente te dejan que te mueras allí mismo.

Y es que la sanidad se paga. Y aunque no seamos conscientes porque aquí nos lo dan gratis, la atención medica cuesta mucho dinero. Por eso es tan importante, tener un buen seguro de asistencia en viaje cuando te vas de vacaciones al extranjero.

Mejor que no te pase nada, pero como te pase, puedes tener experiencias muy desagradables. Por eso quiero que conozcas algunos de los mejores seguros de asistencia en viajes más recomendados por la mayoría de blogs personales de viajes.

Te contaré una anécdota. No hace mucho tiempo, tuve un problema de salud de cierta gravedad, que me mantuvo ingresado varios días justo antes de las fechas de salida de un viaje que tenía programado.

Era un viaje de un par de semanas, en el que tenía previsto hacer un recorrido por Hungría, Eslovenia, Croacia y algunos países de los Balcanes. Y aunque en algunos de esos países me podía prestar asistencia médica con la tarjeta sanitaria europea, cuando pedí consejo al doctor que me atendió al darme le alta, me dijo lo siguiente.

Tú verás lo que haces. Lo normal es que no te pase nada y no tengas ninguna recaída ni ningún episodio más. Pero si te pasa, en esos países no tienen los medios de diagnóstico que tenemos aquí. Lo primero que hacen después hacerte una radiografía y de firmar un descargo de responsabilidad, es meterte al quirófano y abrir a ver lo que se encuentran para saber lo que te pasa.

De modo que me aconsejó que me quedase en casa o si me arriesgaba, contratar un buen seguro de asistencia en viajes. Para que o bien me atendiesen en clínicas privadas o me pudiesen trasladar a España en el transporte adecuado. Y me advirtió, que en según qué circunstancias no podría viajar en avión por los cambios de presión.