La pesca de la anchoa y la pertinaz sequía

El diálogo social se desatasca, el "sudoku" de la financiación autonómica cubre nuevas casillas, el fondo de rescate bancario pone[…]

El diálogo social se desatasca, el "sudoku" de la financiación autonómica cubre nuevas casillas, el fondo de rescate bancario pone por primera vez de acuerdo a PSOE y PP en la mutante aritmética parlamentaria de esta legislatura... ¿Están surgiendo "brotes verdes" en la política española, quizás después de haberse sembrado todo de estiércol a modo de abono?

No nos engañemos. Como en la economía, el verdor es prematuro, sabe a poco y puede agostarse en cuanto apriete el calor de la crisis, que amenaza con convertirse en pertinaz sequía. Sigue faltando que Gobierno y oposición adopten de una vez una auténtica visión de Estado y comiencen a negociar una nueva versión, esta vez puramente económica, de los Pactos de la Moncloa. Porque, aunque sigamos soñando con "brotes verdes", la economía española va a peor. Parece que ahora se hunde más despacio... pero no deja de hundirse. Ya han visto la última previsión del FMI: 4 por ciento de retroceso en el PIB español para este año. Y el estío (sobre todo éste, con escaso tirón turístico) es muy mala época para las PYMES, el 90 por ciento de la economía española. La financiación a las empresas sigue muy seca, la demanda está agostada, la exportación es una travesía por el desierto... y podemos encontrarnos con un auténtico tsunami de quiebras este verano, una estación muy peligrosa para las empresas, que pueden ahogarse sin que nadie se entere de lo que les ha pasado.

Pero al Gobierno lo que más le inquieta es ir tirando, pactando y repactando, con unos o con otros, ahora sí y dentro de seis horas no, como pasó con el reciente y patético espectáculo de la subida de impuestos acordada y luego abortada... Y todo ello sin tener una visión clara ni siquiera del corto plazo. Y la oposición, mientras tanto, a lo suyo, que principalmente en los últimos tiempos es lavar los trajes sucios y querer reconvertir todos sus problemas en un contraataque tan cutre que podría bautizarse como "la pesca de la anchoa". Mientras, entre ciudadanos y empresas crece la sensación de estar atrapados en un charco cada vez más pequeño y en el que no deja de bajar el nivel de liquidez por culpa de la sequía de dinero, pero también de ideas por parte de los políticos, que son quienes supuestamente cobran para tenerlas.

En portada

Noticias de