La perita en dulce de Caja Madrid

Es fácil comprender que Rato se ha dejado querer mientras se dilucidaba el futuro gobierno de Caja Madrid. Su camino[…]

Es fácil comprender que Rato se ha dejado querer mientras se dilucidaba el futuro gobierno de Caja Madrid. Su camino hacia la presidencia de la cuarta entidad financiera de España ha estado marcado por la necesaria discreción, pero no por ello ha sido menos anhelado por el ex vicepresidente del PP. Para Rato, que según los mentideros mostró a Mariano Rajoy su deseo de entrar en la caja antes del verano, es toda una oportunidad para dejar de ser un mantenido de Lazard (donde recala buena parte del "stablishment" económico del PP), Santander y La Caixa. En ninguna de estas instituciones, por muy bien pagado que esté, ha tenido el protagonismo al que está acostumbrado el ex gerente del FMI. Son puestos de segunda fila que terminan abocando una brillante carrera política en el más profundo de los ostracismos.

Caja Madrid, además de la cuarta entidad financiera del país, es el banco de los madrileños y un escaparate perfecto para recuperar el protagonismo en los medios. Es verdad que la situación del sector financiero esta mal. Muy mal. Pero a estos sillones no se llega cuando las cosas están bien.

Caja Madrid está llamada a ser uno de los protagonistas del reordenamiento de las cajas de ahorros y muchas negociaciones están paradas hasta que al frente del consejo se siente un presidente estable. No será difícil para Rodrigo Rato cosechar éxitos en los próximos años al frente de la caja y volver a un primer plano en los medios de comunicación.

Por otra parte, la presidencia de la discordia es un buen sitio para ver como Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy se tumban mutuamente en la carrera por ocupar la candidatura a las próximas elecciones generales. Y en modo alguno invalida al próximo presidente de la entidad madrileña optar en un futuro a un cargo más relevante y de cariz político. No olvidemos que ha sido apuesta de muchos observadores para presidente del Gobierno. Rato, en todo caso, es un corredor de fondo que tendrá recorrido para optar a ser líder del partido más allá de 2012.

Además, a parte de que tenga ganas o no de bregar con el marrón de Caja Madrid, yo creo que tampoco ha tenido otra opción. Cuando el partido te propone para una empresa tan importante no se le puede dar la espalda. Declinar el ofrecimiento de presidir la caja verde, sobre todo en medio de la polémica suscitada por la sucesión de Blesa, habría sido todo un desdoro para la carrera profesional y política. Máxime cuando todavía se le acusa a Rato de no haber cumplido su mandato al frente del FMI y haber permanecido el tiempo justo (tres años) para tener derecho al cobro de la pensión vitalicia. La presidencia de Caja Madrid es una opción que no se puede rechazar.

Ahora bien, seguro que no será una presidencia servil. Esperanza Aguirre y Ruiz-Gallardón no podrán mangonear el consejo. Rodrigo Rato ha conseguido entrar en la caja por la puerta grande y con el camino despejado de obstáculos: el expediente a la empresa de Diaz Ferrán es una muestra de ello.

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