La hora de Obama

El entusiasmo con el que las Bolsas mundiales cerraron la semana, animadas por la inminente aprobación del plan de rescate financiero impulsado por el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, se ha venido abajo, al conocerse un aplazamiento en la presentación del plan. Los inversores prefieren hacer caja, ante las diferencias que parecen existir a la hora de cerrar las medidas propuestas.

Primero se especuló con la creación de un "banco malo" que se hiciera cargo de los activos tóxicos de las entidades financieras, aunque parece que esta iniciativa ha perdido impulso. Ahora se comenta en Wall Street que es el sector privado el que puede adquirir protagonismo en este plan de salvamento...

El caso es que la falta de acuerdo provoca que los mercados se encojan, que duden, porque necesitan saber si Obama, más allá de medidas facilonas y de cara a la galería, como congelar el sueldo a los funcionarios mejor remunerados o fijar un tope salarial para ejecutivos de firmas rescatadas, es la persona capaz de sacarnos de este embrollo. Si cuenta con la firmeza, la originalidad y la audacia necesarias para reactivar la economía estadounidense. En el contenido del plan están las respuestas. Pero, de momento, hay que esperar para conocerlas.