La economía brasileña creció un ligero 0,2 % en el segundo trimestre
La economía brasileña creció un ligero 0,2 % en el segundo trimestre de este año frente al primero, y se[…]
La economía brasileña creció un ligero 0,2 % en el segundo trimestre de este año frente al primero, y se expandió un 1 % en comparación con el mismo período de 2017, informó hoy el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
Los datos divulgados por el organismo coincidieron con las previsiones que habían hecho los economistas, que esperaban un crecimiento muy pequeño en el segundo trimestre debido a la huelga de camioneros que paralizó al país once días en mayo y que provocó una grave crisis de desabastecimiento en todo Brasil.
En el acumulado del primer semestre, el producto interior bruto (PIB) de la mayor economía sudamericana se elevó un 1,1 %, frente al mismo período de 2017, con lo que mantiene la lenta recuperación que viene experimentando desde la profunda recesión que sufrió en 2015 y 2016.
El crecimiento acumulado en los últimos doce meses hasta junio fue del 1,4 % frente al medido entre julio de 2016 y junio de 2017.
Estos datos confirmaron que la economía mantuvo en 2018 la tímida recuperación de 2017, cuando acumuló un crecimiento del 1 %, tras las retracciones del 3,5 % en 2015 y en 2016, cuando Brasil sufrió su más grave recesión en las últimas décadas.
Las cifras igualmente coinciden con las proyecciones del mercado financiero, que prevén que la economía de Brasil seguirá recuperándose de forma lenta y que crecerá un 1,47 % en 2018 y un 2,5 % en 2019.
El IBGE dejó claro que Brasil dejó atrás la recesión ya que la economía creció un 1,1 % en el primer semestre de 2018 tras haberse expandido un 1,8 % en el segundo semestre del año pasado y a que el resultado positivo trimestral fue el sexto consecutivo tras ocho variaciones negativas seguidas.
El ligero crecimiento del segundo trimestre fue impulsado únicamente por el sector servicios, que creció un 0,3 % frente al primer trimestre, ya que la agropecuaria se mantuvo estable (0 %) y la industria se retrajo un 0,6 %.
En relación al segundo trimestre de 2017, el crecimiento del 1 % fue impulsado tanto por la industria ( 1,2 %) como por los servicios ( 1,2 %), ya que la agropecuaria se retrajo un 0,4 %.
El gran impulsor del crecimiento en el segundo trimestre, sin embargo, fue el consumo de las familias, que se expandió un 1,7 % frente al del mismo período de 2017, con lo que completó cinco trimestres seguidos de crecimiento.
Ese crecimiento fue atribuido por el IBGE tanto al aumento del crédito para los consumidores como a la bajada de las tasas de interés a sus menores niveles en varios años y a la aún baja inflación en el país.
Otro factor que impidió que la huelga de camioneros hundiera la economía fue la inversión, que en el segundo trimestre fue equivalente al 16 % del PIB, por encima de la tasa observada en el mismo período de 2017 (15,3 %).
La lenta recuperación de la economía en el primer semestre, la huelga de camioneros y la incertidumbre política en un año con las elecciones menos previsibles en las últimas décadas obligaron tanto al Gobierno como a los analistas a revisar a la baja sus proyecciones para el crecimiento de Brasil este año.
El Banco Central, en su último informe trimestral de cuentas, redujo sus previsiones de crecimiento para este año y las ubicó en un 1,6 %, frente al 2,6 % inicialmente esperado.
Los economistas del mercado, que a comienzos del año esperaban una expansión superior al 3 % para este año, ahora esperan un crecimiento tan sólo del 1,47 %.
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