Jesús Pérez: «España está en condiciones de convertirse en un importante centro financiero»
El presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), que agrupa a las principales start up fintech españolas, recientemente ha presentado el «libro blanco», un proyecto que persigue una regulación específica para el sector que derribe la
¿Cuál es el objetivo del libro blanco?Es un trabajo de seis o siete meses en el que todas las empresas fintech españolas han tratado de identificar las principales barreras de nuestro entorno regulatorio con respecto a los marcos regulatorios más avanzados del mundo: el de Reino Unido, el de Estados Unidos y el de Singapur. Ahora, deberíamos copiar las buenas prácticas de otros países para favorecer el desarrollo del sector. Porque uno de los principales problemas del sector, que está impidiendo que se invierta más, es la incertidumbre regulatoria; el no adoptar estas buenas prácticas que se han identificado como potenciadoras del sector en otros países.
¿Qué acogida ha tenido el libro entre las instituciones?Cuando empezó la asociación, había poca sensibilidad a lo que estábamos haciendo pero, un año después, contamos con la presencia de todas las instituciones en la presentación del «libro blanco». Estamos ilusionados porque creemos que ha cambiado la disposición. Vemos un cambio en la nueva dirección de la CNMV. Ahora hay un interés claro en desarrollar tecnología financiera en España. Con el «Brexit» e iniciativas como Think Madrid hay un incentivo en traer empresas de tecnología financiera a España. Estamos esperando que se empiece a trabajar pero las primeras sensaciones y la primera disposición han sido excelentes. Es una oportunidad, un buen momento para que España luche por ser un centro financiero de nueva generación.
¿Tiene España condiciones para conseguirlo?Tiene talento tecnológico, un coste de oficinas muy razonable y estamos conectados con Latinoamérica. Si empezamos a trabajar como lo estamos haciendo ahora, podemos llegar a serlo. De hecho, Barcelona está muy bien posicionada en temas de tecnología; en Madrid, la cultura financiera es muy alta; y Valencia está haciendo un buen trabajo también. Estamos empezando a poner las bases. Si bien, vemos poco apoyo en la banca, de momento.
¿Por qué debería ayudarles la banca si son competencia?Esto me recuerda a lo que sucedió con los medios de comunicación, a la tensión que existía entre medios digitales y tradicionales. No es fácil hacer la transformación digital en ninguna industria, supone un gran reto. Pero si no se suben a este carro, sucederá como con los medios tradicionales que no han apostado profundamente por la tecnología: perderán cuota de mercado y, al final, negocio. Por mucho que la transformación digital no sea fácil, retrasarla no es la solución.
¿Cuáles son las barreras que han identificado?Por ejemplo, el acceso a poder realizar el servicio, a conseguir la licencia. En ese sentido, lo que proponemos es que los organismos incorporen más recursos especializados para poder atender a las peticiones de nuevas licencias. La CNMV está dando pasos en ese sentido. También necesitamos que haya una regulación específica para nuevos tipos de negocio. Porque la tecnología permite nuevos tipos de negocio como el crowdfunding inmobiliario. Otra de las peticiones que hacemos, que existe en otros países, es articular un sandbox. Consiste en que, si una empresa aporta algo innovador, permitirle comenzar a probar ese modelo de negocio con pocos clientes en un entorno regulatorio con menos restricciones. Una vez probado, se puede regular.
Con la historia de escándalos que hay en España con las preferentes o los sellos, es normal que produzca cierto rechazo la posibilidad de un entorno regulatorio más laxo.Nosotros queremos estar regulados, a diferencia de otros negocios como los sellos o los árboles. Si quisiéramos estar al margen de la regulación, no habríamos hecho este esfuerzo. Estamos en negocios basados en la confianza. Por eso, no es que se propongan leyes más laxas, sino más agilidad y una regulación más efectiva.
¿Qué áreas del fintech lo tienen más fácil para desarrollarse en este entorno?Ahora mismo, la parte de comparadores financieros o de cambio de divisa son las que se han desarrollado antes. Ahora, empieza a desarrollarse la parte de inversión (con un verdadero reto regulatorio). Y la que más difícil lo va a tener es la parte bancaria, con los depósitos y las hipotecas. Porque es la más pesada a nivel de licencias.
Entre las críticas formuladas al «libro blanco», hay quien se pregunta por qué se debería conceder una licencia a una fintech en un mes, cuando una gestora tarda cinco en obtenerla.Nosotros no estamos diciendo que la CNMV sea más rápida con nosotros. Debería ser rápida con todo el sector. Si bien, estamos en un entorno en el que, si las instituciones no son ágiles, las empresas tecnológicas no podemos competir. Una eafi tiene otro tipo de tiempos. Pero esperar un año en tecnología es como esperar un siglo. No podemos competir con esos tiempos.
Para restarles importancia, también he escuchado estimaciones acentuando el poco peso que aún tiene el fintech en el sector financiero. Actualmente estamos hablando ya de en torno a 4.000 trabajadores y 240 empresas de fintech en España, cuando el año pasado prácticamente estábamos en 100. Calculamos que este año cerraremos en 400 empresas y 8.000 trabajos. Es un crecimiento enorme. Las fintech van a tener una cuota cada vez más importante. Pero todo dependerá de lo fácil que sea desarrollar el sistema en España.