Jefe de Aduanas de Argentina dice que la dictadura no fue un "plan genocida"
El director general de Aduanas de Argentina, Juan José Gómez Centurión, afirmó que la última dictadura militar del país (1976-1983)[…]
El director general de Aduanas de Argentina, Juan José Gómez Centurión, afirmó que la última dictadura militar del país (1976-1983) no fue un "plan genocida" destinado a hacer desaparecer a personas, sino un "torpísimo" golpe de Estado "contra un enemigo que no sabían cómo manejarlo".
En una entrevista dada anoche a América TV, Gómez Centurión, excombatiente en la contienda que en 1982 enfrentó a su país con Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas, se refirió al tema cuando le consultaron si sentía "odio" por el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri, quien declaró la guerra a los británicos.
"Odio, no. (...) Siento que fue un personaje de la historia que nadie lo va a recordar", comenzó diciendo el funcionario del Ejecutivo de Mauricio Macri, que rechazó también que ese presidente de facto fuera parte de un plan genocida.
"No yo no lo creo. El Gobierno de facto no creo que fuera un plan sistemático (de desapariciones). No lo creo. Creo que no cometo un pecado mortal con esto", subrayó.
A la par que argumentó que "los dictámenes de la justicia son bastante más complejos que eso" y descartó que el número de desaparecidos por la dictadura fuera de 30.000, como sostienen los organismos de derechos humanos.
Militantes políticos y sociales, de grupos revolucionarios armados y no armados, trabajadores, sindicalistas, estudiantes, artistas y religiosos fueron detenidos y desaparecidos para siempre durante el régimen.
Si bien el titular de Aduanas consideró que la desaparición de miles de personas fue "terrible", matizó que se trata de un "análisis de causa-consecuencia".
"El número es pornográfico en la medida en cómo lo desarrollemos. 8.000 personas muertas desde el punto de vista social es espantoso, pero desde el punto de vista histórico no es lo mismo 8.000 verdades que 22.000 mentiras", remarcó.
Tras el retorno a la democracia, el Gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989) conformó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) para documentar los casos de víctimas del terrorismo de Estado en Argentina.
En ese momento, la Conadep recibió las denuncias de víctimas y de familiares de desaparecidos en la dictadura y elaboró un informe en el que asentaba solo 7.380 casos, que luego se elevaron a 8.961 tras otras recopilaciones realizadas por la Secretaría de Derechos Humanos.
Sin embargo, en base a sus investigaciones, organismos como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo sostienen que fueron 30.000 los detenidos-desaparecidos y 500 bebés despojados de su identidad, y en diversas ocasiones han criticado duramente a quienes en los últimos años han puesto en duda esa cifra.
Gómez Centurión afirmó que no cree que el periodo dictatorial "haya sido un plan para hacer desaparecer las personas", sino "un torpísimo golpe de Estado tomando el poder y lidiando contra un enemigo que no sabían como manejarlo, y que había arrancado en 1975 con una orden constitucional de aniquilamiento".
El titular de Aduanas se refirió a la política llevada a cabo durante el Gobierno de María Estela Martínez de Perón (1974-1976) contra los grupos guerrilleros que entonces actuaban en el país.
"Vos estás diciendo que fue un plan genocida (la dictadura). Yo no comparto esa visión de la historia", rebatió el jerarca a una periodista del espacio televisivo.
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