¿Han tocado fondo los depósitos?

Después de un año con los intereses de los depósitos a medio plazo por los suelos, 2017 ha traído consigo un repunte en su remuneración y, aunque solo ha sido de una centésima, puede indicar que la caída de la rentabilidad de este producto ha tocado fondo.

Después de un año con los intereses de los depósitos a medio plazo por los suelos, 2017 ha traído consigo un repunte en su remuneración y, aunque solo ha sido de una centésima, puede indicar que la caída de la rentabilidad de este producto ha tocado fondo.

El interés medio de los nuevos depósitos a plazo fijo de entre uno y dos años se situó en enero en el 0,14 por ciento frente al 0,13 por ciento del mes anterior, según los últimos datos facilitados por el Banco de España. Mientras que la rentabilidad en los depósitos de hasta un año fue del 0,08 por ciento en el mismo mes. «Se trata de una subida ligerísima, que apenas ha notado el ahorrador medio», afirma Maica López, responsable de Contenidos de CrediMarket. Pero los analistas apuntan que puede ser el principio de leves ascensos que pueden alejar las rentabilidades de los depósitos de los mínimos históricos de 2016.

Este ligero ascenso lo achacan a la influencia que puede tener en Europa la subida de un cuarto de punto de los tipos de interés de la Reserva Federal, al repunte de la inflación y a una posible subida del precio del dinero impulsada por el Banco Central Europeo.

«Las elecciones francesas podrían ser una cita importante para mantener los tipos o para comenzar su subida, en función de los resultados. Pero también llegan mensajes desde el BCE que parecen indicar que hasta finales de 2017 o principios de 2018 no habrá cambios. Además, desde que ese cambio de tendencia se produzca hasta que eso se vea reflejado en la rentabilidad de los depósitos hará falta que pase más tiempo», afirma Estefanía González, portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.

Por su parte, Pau A. Monserrat, economista de iAhorro, aunque reconoce que el BCE puede «estar tentado» a subir los tipos. «No creo que lo haga hasta que el 'Brexit' se haya producido y pueda calibrar sus efectos en la economía del resto de los miembros de la UE». Augura que aún «queda tiempo para que los tipos suban lo suficiente para ver depósitos rentables».

Por ahora, en el 'top ten' de depósitos a plazo fijo del mes de marzo, solo cuatro superaban o igualaban una rentabilidad del 2 por ciento TAE y todos exigían algún requisito especial. El resto a duras penas supera el 1 por ciento TAE, cuando cinco años atrás se podían encontrar rentabilidades de hasta el 4 o el 5 por ciento.

A pesar de estos bajos retornos, José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de la Banca, afirma que «los bancos están haciendo un tremendo esfuerzo por mantener unas rentabilidades positivas en los depósitos de sus clientes, considerando que los depósitos de los propios bancos en el BCE tienen una penalización del 0.4 por ciento».

MENOS RENTABILIDAD QUE EN EUROPA

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Lo que sí está claro es que los rendimientos que se pagan por los depósitos en España son considerablemente inferiores a los que ofrecen bancos de otros países de la zona euro. Según datos publicados por el Banco de España relativos a diciembre de 2016, el tipo de interés medio de los depósitos bancarios en España a plazo fijo ofertado se situó en el 0,11 por ciento, mientras que en países de nuestro entorno se ofrecían intereses próximos al 2 por ciento TAE.

En diciembre había cinco países de un total de 19 en la zona euro cuyos depósitos tenían un interés medio por encima del 1 por ciento. Eran: Eslovaquia (1,9 por ciento), Países Bajos (1,75 por ciento), Chipre (1,47 por ciento), Italia (1,14 por ciento) y Francia (1,02 por ciento). Mientras que el interés de los plazos fijos en España estaba a la cola (0,11 por ciento), seguido en orden ascendente por Bélgica (0,13 por ciento), Lituania (0,16 por ciento), Eslovenia y Alemania (0,23 por ciento), Estonia (0,27 por ciento), Austria (0,30 por ciento), Portugal (0,32 por ciento) y Finlandia (0,44 por ciento).

El hecho de que en nuestro país la rentabilidad sea menor radica «en la necesidad que tienen nuestras entidades financieras de lograr ingresos extra -por su propia situación interna- mediante otros productos que apliquen más comisiones», señala Estefanía González.

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En su opinión, normalmente, los depósitos a plazo fijo no han sido una gran fuente de ingresos vía comisiones y «en un contexto como el actual, la banca intenta mejorar esos ingresos tratando de atraer al cliente hacia otros productos de inversión que, si bien pueden ser algo más rentables -aunque también más arriesgados-, generan más ganancias para el banco en forma de comisiones, como fondos de inversión, acciones o depósitos estructurados y combinados».

FUGA DE DEPÓSITOS

Y lo han conseguido. Según Inverco, a finales de 2016 el saldo de ahorro financiero de las familias españolas se estimó en 2 billones de euros, mientras que la ponderación de los depósitos en el mismo año se mantuvo por debajo del 39 por ciento del total de los activos de los hogares, «muy por debajo de la media histórica».

También desde 2014 se observa una movilización de activos desde los de depósitos a plazo hacia los depósitos a la vista, que en 2016 «se concretó en la amortización o no renovación a vencimiento de más de 51.000 millones de euros en depósitos a plazo». Y en los tres últimos años, el volumen total de depósitos a plazo de las familias españolas ha descendido en más de 150.000 millones de euros, pasando a representar apenas el 15 por ciento del total de los activos financieros.

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Por su parte, los bancos que operan en España tenían a cierre de febrero de este año 765.637 millones de euros en depósitos y la cifra que lograron captar en los últimos doce meses suma los 12.336 millones, según datos del BdE. Este ahorro se redujo en 421 millones de euros en febrero respecto al mes anterior.

También fuentes del Consejo de Economistas señalan que en 2016 se produjo una tendencia en el crecimiento de los fondos de inversión, un 7 por ciento respecto al año anterior, en detrimento de los depósitos y prevén que esta tendencia continuará por «la búsqueda de rentabilidad ligada al riesgo, siempre que la fase del ciclo económico se consolide».

Pau A. Monserrat también vaticina que este año veremos una tendencia creciente en la contratación de fondos en detrimento de los depósitos, pero «no estoy seguro de que sea una tendencia muy intensa, ya que el grueso de pequeños inversores aún no tiene una cultura financiera suficiente y, además, desconfía, con razón, de las recomendaciones de los bancos».

A su juicio, el trasvase de dinero de depósitos a fondos de inversión puede provocar un «efecto boomerang de vuelta a los depósitos o, incluso, a cuentas corrientes», ya que «el cliente que contrata un fondo y no entiende su naturaleza, se asusta cuando pierde dinero y vuelve al puerto seguro y nada rentable de los depósitos».

No obstante, para atraer a nuevos ahorradores hacia los depósitos de plazo fijo, una serie de bancos están ofreciendo rentabilidades que en algunos casos llegan al 4 por ciento, pero exigiendo a los clientes una fuerte vinculación con la entidad, «algo que hasta hace un tiempo no era muy habitual en la contratación de un depósito», señala Maica López.

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Monserrat, advierte que cuando veamos rentabilidades superiores a la media del mercado, «siempre hay que leer la letra pequeña».

Los expertos coinciden en que, aunque la rentabilidad en los depósitos haya tocado fondo y se haya iniciado una leve recuperación, esta será muy lenta y los intereses que ofrezcan seguirán estando por debajo de la inflación. Rentabilidades del 1 por ciento en depósitos a plazo fijo tardarán en verse más de un año, según ellos. Por su parte, Martínez Campuzano, reconoce que «es cierto que en los últimos meses estamos asistiendo a una progresiva subida de tipos de interés en los mercados financieros. Al final, los tipos de interés oficiales los fijan los bancos centrales y los tipos de interés del mercado, los fijan los inversores».

LA OPINIÓN DE LOS EXPERTOS

J. L. Martínez Campuzano, AEB

«Al final, los tipos de interés oficiales los fijan los bancos centrales y los tipos de interés del mercado los fijan los inversores»

Estefanía González, Kelisto

«La banca trata de mejorar sus ingresos atrayendo al cliente de depósitos hacia productos que le generen más comisiones, como los fondos»

Pau A. Monserrat, iAhorro

«Todavía queda tiempo para que los tipos de interés suban lo suficiente para que podamos ver depósitos a plazo fijo rentables»

Maica López, CrediMarket

«Hay bancos que exigen al cliente una fuerte vinculación al contratar un depósito con una rentabilidad del 4 por ciento, algo que no ocurría antes»

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