Ese país dormido vecino de Francia

Siete de cada diez franceses le dijeron 'no' ayer al tan pagado de sí mismo presidente Sarkozy, el mismo que[…]

Siete de cada diez
franceses le dijeron 'no' ayer al tan pagado de sí mismo presidente Sarkozy, el
mismo que hace sólo unos días, según sus propias palabras, estaba deseando que
Obama empezara a trabajar "para cambiar el mundo con él". Ahí detrás
de los Pirineos hubo ayer una huelga general, un acontecimiento de primer orden
que ha pasado de puntillas en España y que ha merecido sólo unos pocos
comentarios, de impacto mínimo, por parte de nuestros agentes sociales. El
Gobierno del señor Zapatero debe estar encantado con que este país siga dormido
a pesar de tener las peores previsiones económicas de Europa en 2009.

Ayer, en Francia, y
a modo de resumen, los sindicatos reclamaron a sus gobernantes medidas para
impulsar a los sectores más afectados por la actividad económica. Un mensaje
que lleva implícita una crítica voraz a los multimillonarios apoyos financieros
que -por partida doble- han recibido los bancos franceses. Parecen razonables
las reivindicaciones en un país que -según las previsiones de la Comisión
Europea- alcanzará esté año una tasa del paro del 9,8%, la mayor de Europa... sólo
por detrás de España.

No se trata
precisamente de unas décimas. Si se cumplen las previsiones del organismo, la
tasa de desempleo sobre la población activa alcanzará el 16,1% en la piel de
toro este año. Ningún otro país de nuestro entorno va a lucir el doble dígito
según los pronósticos. Pero hay más. Nuestro déficit público se va a disparar
al 6,2%, dice Bruselas, también por encima del 5,4% de nuestros vecinos galos.
Una cifra, la prevista para España, que sólo van a superar Irlanda y el Reino
Unido, los otros dos países que están sufriendo una voraz crisis inmobiliaria.

Mientras la nación
se concentra en el morbo -¡con la que está cayendo!- del asunto del espionaje a
altos cargos políticos del Partido Popular en la Comunidad de Madrid y en el
capital asunto de el fallo del Tribunal Supremo sobre la objeción de conciencia
a la asignatura de Educación para la Ciudadanía, el país de desangra desde el
flanco económico: el Banco de España confirma que ya estamos en recesión,
nuestros bancos enseñan las primeras vías de agua y, sólo por citar una noticia
de ayer, las ventas del comercio al por menor registran una caída del 5,6% en
2008.

Publicidad

Mientras,
la Universidad -esa cosa inerte durante demasiados años ya-, los sindicatos
-cuyo silencio no puede ser más llamativo- y el personal en general callamos y
nos limitamos a ver como el presidente Zapatero responde las preguntas de cien
ciudadanos cabreados. El Gobierno, que ha llegado tarde y mal a la crisis, no
está a la altura de las circunstancias. Pero hay que preguntarse si la sociedad
española está superando ese listón. Ya no se trata de emular la huelga general
de Francia -ya se verá- sino de decir al menos está boca es mía, aunque sólo
sea para que mañana no se nos acuse de ser también culpables -por nuestra
inacción- del desaguisado. Nunca un Gobierno en situación crítica se enfrentó a
un toro más manso.

En portada

Publicidad
Noticias de