¿En qué fondo invertir: en uno con fecha objetivo o en un fondo mixto?

El rendimiento de los fondos mixtos puede ser superior al de los fondos de rentabilidad y fecha objetivo, pero también el riesgo de pérdida es más elevado. Optar por una u otra categoría depende del perfil de riesgo del inversor y de su necesidad de liquidez. Para un inversor muy conservador que no necesite liquidez a corto plazo, la alternativa es el fondo de fecha objetivo.

T. N. es un inversor con un perfil de riesgo moderado y está interesado en invertir en un fondo. Un familiar me ha hablado de los fondos con fecha objetivo y de los fondos mixtos y pide a nuestros expertos que le expliquen las diferencias que hay entre ambos y le orienten sobre en cuál invertir.

Mar Barrero, analista financiero de Profim, Asesores Patrimoniales EAFI, le responde que los fondos con rentabilidad y fecha objetivo y los fondos mixtos son dos categorías distintas con niveles de riesgo muy diferentes. Lo único que tienen en común ambas tipologías es que los productos que las forman destinan una parte de su patrimonio (en el caso de los fondos de rentabilidad objetivo el 100 por ciento) a la compra de renta fija.

Los fondos con fecha objetivo son productos que buscan la obtención de una rentabilidad mínima en un periodo determinado (normalmente de tres o cinco años). La rentabilidad que fijan como objetivo no se garantiza. La pueden conseguir, o no, en función de la evolución de los mercados y los activos que forman su cartera. El inversor podría, por tanto, o ganar más de lo previsto o perder parte de lo invertido y, en este caso, la entidad no le repondría ninguna cantidad (algo que sí sucedería si se tratara de un fondo con carta de garantía).

Los fondos con rentabilidad y fecha objetivo se encuadran dentro de la gestión pasiva. El gestor compra una cartera de bonos y/o un derivado sobre un índice o ciertos valores bursátiles y los mantiene en cartera hasta su vencimiento que suele coincidir con el de la fecha objetivo. La rentabilidad ofrecida por este tipo de fondos viene determinada, en gran medida, por el cupón y la revalorización de los bonos que forman la cartera. En la actualidad, con los tipos de interés en renta fija en niveles muy reducidos, la rentabilidad objetivo que ofertan estos fondos es muy baja (TAE, que en el mejor de los casos, se sitúa en el 0,5 por ciento).

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Los fondos con fecha objetivo tienen un periodo de suscripción limitado y una vez que finaliza empiezan a cobrar comisiones en la compra y en la venta para frenar la entrada y salida de partícipes.

Los fondos mixtos, a diferencia de los fondos de rentabilidad y fecha objetivo, son productos de gestión activa que no fijan periodos de suscripción cerrados y, por tanto, no suelen aplicar comisiones ni de suscripción ni de reembolso.

Los gestores de fondos mixtos compran renta fija y renta variable cotizada y la exposición a uno y otro activo va a ir variando a lo largo del año en función de la evolución de los mercados, la visión del gestor y sus perspectivas macroeconómicas y financieras para el corto, medio y largo plazo. El resultado que ofrecen estos productos es incierto y dependen en gran medida del acierto de los gestores a la hora de apostar por un determinado mercado o valor.

El rendimiento que se puede conseguir invirtiendo en fondos mixtos puede ser significativamente superior al que se pueda lograr a través de los fondos de rentabilidad y fecha objetivo, pero también el riesgo de pérdida asumido en los fondos mixtos es más elevado.

En definitiva, optar por una u otra categoría estará en función del perfil de riesgo del inversor y de sus necesidades de liquidez a corto y medio plazo. Para un inversor muy conservador que no necesite liquidez a corto plazo, la alternativa sería el fondo de fecha objetivo.

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