El juez autoriza a directivos de Isolux a comprar parte del negocio en España

El titular del Juzgado Mercantil número 1 de Madrid ha autorizado la venta de la unidad productiva de infraestructuras e[…]

El titular del Juzgado Mercantil número 1 de Madrid ha autorizado la venta de la unidad productiva de infraestructuras e instalaciones en España de Isolux a directivos del grupo de ingeniería, que el pasado verano se acogió a concurso de acreedores junto a varias de sus sociedades.

Las unidades productivas afectadas por la operación, que hoy adelanta El Economista, se entenderán transmitidas libres de cargas y gravámenes, quedando expresamente cancelados en virtud de la resolución judicial todos aquellos que fueran anteriores a la declaración de concurso.

A finales del año pasado, el administrador concursal de Isolux acordó la venta de los citados activos a un grupo de directivos de la empresa encabezado por Federico Ávila y agrupados en la sociedad Travis Gestión de Activos.

"En virtud de la resolución, se entenderán cedidos a Travis los derechos y obligaciones derivados de los contratos afectos a la continuidad de la actividad empresarial cuya resolución no hubiera sido solicitada", han informado hoy fuentes judiciales

Publicidad

Según la misma fuente, la transmisión no llevará aparejada obligación de pago de los créditos no satisfechos por el concursado antes de la transmisión, ya sean concursales o contra la masa.

Además, Travis se subrogará como empleador de 97 trabajadores que actualmente se encuentran vinculados a las ramas de actividad que asumirá.

En diciembre, los directivos de la empresa, que cuenta con el respaldo de un fondo de inversión de "primer nivel", acordaron con el administrador quedarse con la marca Isolux, además de con los trabajadores y más de 140 proyectos de infraestructuras e instalaciones.

En el momento de acogerse a concurso, la deuda de las siete sociedades de Isolux afectadas por el proceso judicial ascendía a 5.695,3 millones de euros, frente a unos activos de 1.865 millones, lo que supone un agujero patrimonial de más de 3.830 millones, según el informe presentado por el administrador concursal.

Además, la caja disponible en España apenas cubría los pagos operativos de un mes y, tras la declaración del concurso, se concluyó que no era viable mantener la actividad de construcción y que había que dar prioridad a la venta o liquidación tanto de proyectos como de unidades de negocio.

En su informe, el administrador explicaba que el estallido de la burbuja inmobiliaria en España y la drástica reducción de la licitación de obra pública durante la crisis llevaron a Isolux a aumentar de forma significativa la contratación de proyectos en el extranjero y a entrar en el negocio de concesiones.

La reestructuración del sector financiero y la menor disponibilidad de avales y financiación, dificultó el cambio de perfil que había acometido el grupo.

Además, los proyectos internacionales no alcanzaron los márgenes que había tenido históricamente Isolux, lo que, unido a las necesidades de financiación por el desarrollo de concesiones, llevó al grupo a unos niveles de endeudamiento muy elevados.

.

En portada

Noticias de