El hermano germano

La intervención del miércoles pasado de la canciller Angela Merkel ante el Parlamento Europeo marcará un hito en la historia[…]

La intervención del miércoles pasado de la canciller Angela Merkel ante el Parlamento Europeo marcará un hito en la historia de la construcción económica europea. Desde estas líneas hemos defendido en más de una ocasión la necesidad de que Alemania se implicase, como locomotora económica que es, en la salida de la crisis de las economías europeas. "La UE no abandonará a nadie", fue la frase milagrosa. ¿Se pueden hacer una idea que lo que estarían bajando hoy los mercados y dónde tendríamos que ir a buscar el diferencial de la deuda española tras la brutal rebaja que acaba de aplicar Moody's a la deuda irlandesa, si unos días antes no hubiésemos escuchado de la boca de la canciller que Alemania, por fin, se mostraba dispuesta a actuar de locomotora europea?

Ya era hora de que, por encima de intereses electorales (y esto vale para todos los demás: Sarkozy, Zapatero o Berlusconi), en Europa se hablase con sentido común o comunitario. Es cierto que los estados periféricos tenemos que aprender que crecer, lo que se dice crecer, hay que hacerlo ahorrando (como los alemanes) y no endeudándonos, como hemos hecho hasta ahora. Pero los alemanes tendrán que comprender que si todos nos ponemos a hacer lo mismo, a ellos se les acaba el chollo. ¿A quién le van a colocar el género si todos los europeos nos ponemos a ahorrar, como ellos? ¿Dónde se irían sus exportaciones? ¿A China? ¿A la India?

Ellos fueron los impulsores del euro. Les venía al pelo que España, Portugal, Irlanda, Grecia, Italia... comprasen sus productos en euros. No en pesetas, en liras, en dracmas o demás monedas de la órbita europea. A nosotros, el euro no ha salvado de un derrumbe de la peseta. Pero a ellos no les han venido menos mal los 10 años que llevan exportando en su misma moneda. ¿Qué país exportador (EE.UU., China, India o Japón) tiene el privilegio de exportar a países que tienen su misma moneda? 10 años sin preocuparse del riesgo divisa, gracias al euro. Y, como no, 10 años de crédito fácil, a cuenta de un servil BCE, que ayudó a su déficit fiscal y calentó nuestras economías.

Es cierto que con el crédito fácil, los españoles (familias y empresas) se han endeudado lo que no deberían. Pero con esos créditos hemos comprado sus BMW, sus Audi, sus Cayenne... ¿Sólo nosotros, los PIGS, hemos sido irresponsables? Parece que nadie sabía en el Ecofin (cónclave de ministros de Economía) que no hay economía que resista sin calentarse con inflación al cuatro por ciento y tipos al dos por ciento. Claro que lo sabían, pero los alemanes y franceses tenían el déficit por encima del seis por ciento. Por ello, prefirieron no tener que subir impuestos y forzaron al BCE a bajar los tipos de interés. De estos polvos vienen los lodos de la burbuja inmobiliaria y el crédito desbocado. No quiero quitar responsabilidad a nadie. Los PIGS tienen su parte de culpa. Pero, los alemanes y franceses, a mi modo de entender, también son responsables. ¿O no?

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