El Ayuntamiento cierra el conflicto de Frigsa con un acuerdo

El gobierno local de Lugo da por cerrado el conflicto con los vendedores ambulantes que participan habitualmente en el mercadillo de Frigsa, provocado por los controles de la Policía Local y la prohibición de colocar sus furgonetas detrás de los puestos, gracias a un acuerdo con los comerciantes.

Según informó el gobierno local en un comunicado, en una reunión que se celebró a última hora de la tarde de ayer, la edila de Cidadanía, Rosana Rielo, cerró con los vendedores ambulantes un acuerdo para puedan desarrollar su actividad en el entorno del Parque de Frigsa, como lo venían haciendo, pero respetando una serie de normas de seguridad.

Los vendedores ambulantes deben dejar "un corredor de seguridad" entre los puestos, o lo que es lo mismo "espacio suficiente para garantizar la seguridad ciudadana y el paso de los vehículos de emergencias, de modo que deberán adaptar sus puntos de venta y la ubicación de sus "vehículos de apoyo" al espacio existente.

También les pidió la edila que sigan "en todo momento" las "indicaciones tanto de los vigilantes del mercado como de la Policía Local".

Rielo les manifestó la vendedores la voluntad del gobierno local de "mantener un diálogo permanente con el objetivo de asegurarles el desarrollo de su actividad", además de recomendarles que se agrupen "en una asociación".

Por su parte, los comerciantes "se comprometieron a dejar en condiciones óptimas el recinto ferial una vez terminado el mercado".

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