El 'semáforo' de riesgos 'ilumina' a los minoristas

Información financiera

Un año después de su entrada en vigor, el 'semáforo' de riesgos ha mejorado la información de los inversores minoristas sobre los riesgos que asumen con la compra de determinados activos financieros. Según los expertos, las escalas de colores y numérica «facilitan la toma de decisiones inversoras de los particulares».

Con el 'semáforo' de riesgos ha mejorado la información financiera de los pequeños inversores. Los avisos de riesgo con colores o números facilitan su toma de decisiones, porque ofrecen una información clara que destaca el riesgo y la complejidad de los productos financieros», afirma Fernando Zunzunegui, coordinador de Asesoría de EFPA España.

También para Patricia Suárez, presidenta de la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin), se trata de «una gran iniciativa» porque «facilita al consumidor la elección del producto en el que invertir sus ahorros».

El 'semáforo' de riesgos financieros deriva de una orden ministerial aprobada en noviembre de 2015 por el Ministerio de Economía sobre información y clasificación de productos financieros, cuyo objetivo es garantizar que los inversores particulares conozcan los riesgos que asumen con la compra de determinados activos, y da la posibilidad a las entidades financieras de elegir entre dos maneras de clasificar los riesgos: una escala de colores o una numérica.

La primera es una escala de seis colores que va del verde, para clasificar los productos financieros de menor riesgo como depósitos y planes de previsión asegurados, al rojo que incluye los de más riesgo, como acciones y renta fija privada. La segunda es una escala numérica que clasifica el riesgo de los productos del 1 al 6, y ha sido la opción elegida por la casi totalidad de los bancos españoles.

El motivo de esta elección se ha debido a que la mayoría de las sucursales bancarias en España no posee impresora a color y comprar una o dos por sucursal supondría un gasto que no está dispuesta a acometer la banca cuando sus márgenes se estrechan cada vez más. También motivaron su elección de la escala numérica porque «es más precisa».

Tras un año de 'funcionamiento', los expertos consideran que la principal fortaleza del 'semáforo' de riesgos es que se trata de un sistema «simple y claro». Pero también tiene debilidades que se pueden mejorar. Según Fernando Zunzunegui, «su principal debilidad es que no se aplica a todos los productos financieros. Quedan excluidos los seguros y fondos de pensiones colectivos y los productos PRIIPs, que son aquellos cuyo valor está sujeto a fluctuaciones debido a su exposición a determinados valores de referencia o a la evolución de activos subyacentes. Debería crearse un único sistema para todos los productos financieros».

Otra debilidad, en opinión de Patricia Suárez, es que «la ingeniería financiera saca productos nuevos cada día y nos encontramos que muchos de ellos no están clasificados en el 'semáforo'. Esta situación dejará un hueco a la colocación de productos complejos sin clasificación».

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La orden, emanada del Ministerio de Economía, se aplica a depósitos, bonos, acciones, seguros destinados al ahorro, obligaciones y planes de pensiones. En ella no están incluidos, además de los fondos de inversión, los seguros y los fondos de pensiones colectivos, la deuda pública nacional ni la de los Estados miembros de la Unión Europea.

Por su parte, Fernando Summers, CEO de Rastreator, considera que el 'semáforo' de riesgos «ha constituido un paso adelante para mejorar la información que se ofrece a los particulares sobre productos financieros, así como para alertar de la complejidad de algunos de estos productos».

Todo ello hace que los pequeños inversores cada vez estén mejor informados de los riesgos que asumen al contratar un activo financiero. A juicio de Fernando Zunzunegui, «cada vez se advierte mejor de los riesgos. En lugar de sepultar al inversor con largos folletos de contenido técnico incomprensible para el minorista se suministran los datos esenciales para que pueda comparar y decidir. Se avisa mejor de los riesgos y se informa de las comisiones y costes con el objetivo de que el inversor pueda decidir con conocimiento de causa».

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MEJORAS NECESARIAS

Aunque desde la Administración se impulsen reformas para mejorar la transparencia en los productos financieros y proteger los intereses de los inversores, aún queda mucho camino por recorrer, como lo demuestra el 'III Estudio de comparación online hacia el ahorro inteligente', elaborado por Rastreator, en el que señala que hasta un 62,7 por ciento de los ciudadanos cree que no hay suficiente transparencia en lo relativo a los productos financieros y un 53 por ciento reconoce que en alguna ocasión ha firmado sin entender al cien por cien los detalles y características del producto financiero que estaba contratando.

«Estos datos revelan la necesidad de que se siga mejorando la información que se ofrece al ciudadano para que sea lo más clara, sencilla y útil a la hora de tomar sus decisiones financieras», señala Fernando Summers, y añade que hay que seguir fomentando de forma activa la educación y cultura financiera de los consumidores, ya que solo de esta forma «podrán ser libres para valorar todas las opciones del mercado y tomar decisiones responsables».

ENTRE LOS MÁS TORPES EN FINANZAS

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También una encuesta realizada por Allianz Global en 10 países de Europa señala que España es el séptimo país en un ranking de diez en cuanto a conocimientos financieros. Sitúa a nuestro país por debajo de Alemania, Austria o Suiza y por encima de Francia, Italia o Portugal.

La encuesta, que mide la cultura financiera de los habitantes de diez países, establece que los europeos tienen niveles «preocupantemente bajos de educación financiera y dificultades para entender la relación que existe entre la rentabilidad y el riesgo».

En la encuesta de España, llama la atención que solo uno de cada diez encuestados resolvió bien todas las preguntas sobre cultura financiera general, así como las de riesgos. Otra de las conclusiones es que los jóvenes entienden peor los conceptos básicos financieros que la población de mayor edad pero lo hacen mejor cuando se trata del riesgo.

Patricia Suárez refrenda los escasos conocimientos financieros de los consumidores españoles, como lo demuestra que a «nuestra asociación acuden todos los días ahorradores e hipotecados que se preguntan si han sido engañados o no. Reconocen que no saben lo que tienen ni lo que han contratado».

En su opinión, el 'semáforo' de riesgos ayudará a los inversores a elegir mejor un producto, pero «solo una correcta formación financiera en manos independientes, no solo de la banca, permitirá a los consumidores gestionar mejor sus ahorros».

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