CE "toma nota" de la preocupación de Londres por la venta de O2 de Telefónica

La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, afirmó hoy que "toma nota" de la "grave preocupación" mostrada por el regulador británico del ramo ante el impacto que podría tener la venta por parte de Telefónica de su filial O2 UK al grupo hongkonés Hutchison Whampoa.

"Tomo la debida nota del trabajo del regulador y de la autoridad de competencia de Reino Unido y de lo que han dicho en este caso", afirmó Vestager, preguntada por la carta enviada por estos organismos al departamento que dirige, que mantiene abierta una investigación sobre la transacción.

En concreto, el regulador británico de la competencia ha pedido a la Comisión Europea (CE) que prohíba o imponga estrictas condiciones a la venta de O2 UK al Hutchison Whampoa, al considerar que perjudicará la competitividad en este país.

Vestager valoró el trabajo hecho por el regulador británico, al recalcar que sigue una metodología similar a la que utiliza la propia Dirección General de Competencia de la Comisión en la investigación que abrió en octubre sobre la operación, ya que "trabaja sobre la base de hechos al analizar el mercado".

Por ello, descartó que la misiva esté motivada por "una cuestión política, de comportamiento, de participación en el mercado o algo similar".

La comisaria indicó que toma nota de las preocupaciones manifestadas por el mismo, aunque recordó que "el caso está abierto y la decisión no está tomada aún".

La CE abrió en octubre una investigación en profundidad a de este acuerdo y tiene como fecha límite el 19 de mayo para adoptar una decisión final en su investigación, es decir si autoriza la operación, la deniega, o la aprueba bajo condiciones.

Telefónica y Hutchison Whampoa alcanzaron en marzo de 2015 un acuerdo para la venta de O2 UK, filial de la empresa española en el Reino Unido, al grupo inversor asiático por valor de 10.250 millones de libras (en torno a 13.000 millones de euros al cambio actual).

El grupo resultante de la fusión de O2, segundo operador británico, con Three, el operador móvil de Hutchison y cuarto del país, sería líder de la telefonía móvil en el Reino Unido, con una cuota de mercado del 40 %, por delante de BT-EE y Vodafone.

El regulador británico mostró su temor de que esta operación resulte en una reducción de la competencia y en un aumento de precios o en una reducción de la calidad que se ofrece a los consumidores, unas preocupaciones similares a las expresadas por la propia Comisión cuando abrió su investigación en profundidad.