Castillejo (Zinkia): Mi objetivo en la disputa con accionistas "es la paz"

El presidente de Zinkia, José María Castillejo, asegura que su objetivo en la disputa que mantiene con un grupo de[…]

El presidente de Zinkia, José María Castillejo, asegura que su objetivo en la disputa que mantiene con un grupo de accionistas y que puede hacerle perder el control de la productora de Pocoyó es lograr "un acuerdo de paz", pero para ello reclama "una valoración correcta" de la empresa.

"Mi objetivo no es la guerra, mi objetivo es la paz. Y mi objetivo es encontrar un acuerdo para que esto se pueda resolver de manera satisfactoria, pero no parece el objetivo de las otras personas", afirma en una entrevista con Efe el directivo, máximo accionista todavía de Zinkia con el 64 % de las acciones.

Las "otras personas" a las que se refiere Castillejo son los accionistas liderados por el empresario mexicano Miguel Valladares (que posee el 11,2 %), quienes le acusan de haber presentado "más de 100 recursos" para prolongar su situación como primer ejecutivo.

El enfrentamiento entre las dos partes vivió su último episodio en la subasta del 33 % del capital de Zinkia, con el que Castillejo había garantizado un préstamo por 16 millones de euros.

El crédito fue adquirido en agosto de 2013 por unos 3 millones a Bankia por Valladares quien, ante el impago de la deuda, solicitó la ejecución de las acciones que lo garantizaban.

Tras ser suspendida en varias ocasiones, "porque se han cometido constantemente irregularidades", según Castillejo, la subasta volvió a celebrarse entre diciembre y enero pasados y concluyó sin pujas, por lo que Valladares ha reclamado la adjudicación de los títulos, lo que de producirse le convertirá en el primer accionista, con el 44,2 % del capital.

La participación de Castillejo quedaría diluida en un 31 %, pero el todavía propietario de Pocoyó asegura que ha hecho una petición de nulidad de esta última subasta por presuntas irregularidades y está a la espera de que la Justicia se pronuncie.

Fuentes de la otra parte mantienen en cambio que la juez ya ha dictaminado que la "subasta se ha celebrado con todas las garantías y de manera absolutamente legal", por lo que no se tiene que repetir, y ahora están pendientes "del proceso de adjudicación de las acciones".

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En la entrevista, el presidente de Zinkia reitera su deseo de "pagar" su deuda, pero recuerda que además de tener una deuda con "ellos", la tiene con otras personas y "hay que atender a todos los acreedores".

"No porque yo tenga una deuda les tiene que dar derecho a tumbar el edificio y a quedarse con el solar a precio de solar", afirma el directivo, quien defiende "que se haga una valoración correcta" de la compañía y que, "si se tiene que vender la compañía, se gestione la venta de la compañía de una manera ordenada".

Castillejo sostiene que la empresa, que salió de concurso de acreedores el pasado mes de julio, tiene una valoración superior a los 80 millones de euros, aunque su actual capitalización bursátil es de 14,6 millones, con los títulos a 0,60 euros, lo que atribuye al "ruido" y la "desconfianza" generada en torno a la productora.

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La compañía es "una realidad" y el negocio "tiene un futuro de lo más prometedor", insiste Castillejo, que asegura que el objetivo para 2016 es duplicar la facturación con respecto a la de 2015, que fue de 5,8 millones de euros.

Entre los proyectos en los que trabaja figuran una cuarta temporada de Pocoyó, en el que hará su debut una amiga del protagonista, dos películas y la entrada en el mercado japonés.

Además, va a dar el salto al sector de la educación, con aplicaciones y unos microespacios de entre 10 y 15 minutos en televisión conocidos como "Pocoyó Academy" (La Academia de Pocoyó).

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