Aragón crece por encima del 2 % pero en tendencia de desaceleración

El informe "Situación Aragón" de BBVA Research estima que el PIB de la comunidad aragonesa va a seguir creciendo, en[…]

El informe "Situación Aragón" de BBVA Research estima que el PIB de la comunidad aragonesa va a seguir creciendo, en 2019 un 2,4 por ciento y en 2020 un 2 por ciento, lo que supondría completar un sexenio creciendo por encima de esta última cifra, aunque en una tendencia de desaceleración.

Además, de cumplirse las previsiones, en estos dos próximos años en la Comunidad aragonesa podrían crearse unos 14.000 puestos de trabajo, lo que produciría una reducción de la tasa de paro hasta situarla en el 9,4 por ciento, según este informe presentado este martes en el salón de plenos de la Cámara de Comercio de Zaragoza.

Carlos Gorria, director regional de la Territorial Norte de BBVA, y Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, han sido los encargados de presentar esta una nueva edición del informe "Situación Aragón", que analiza la evolución y perspectivas de la economía aragonesa.

Cardoso ha recordado que la economía aragonesa en 2018 y en el inicio de 2019 ha entrado en "una tendencia de desaceleración" similar a la han observado sus analistas en el conjunto del país en lo referente al crecimiento del consumo privado y a las exportaciones, tanto de bienes como de servicios.

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Así, se habrá pasado de un crecimiento del 3,4 por ciento en 2017 al estimado 2,6 en 2018, en ambos casos por encima de la media nacional, y los previstos 2,4 en 2019 y 2,0 en 2020 que coinciden con las previsiones en el conjunto del país.

A este escenario contribuirán la expectativa de que la recuperación continúe en la demanda mundial, lo que supondría una repercusión favorable en las exportaciones regionales, aunque en la eurozona, que es el principal destino de la venta de bienes de Aragón, haya desaceleración.

Otros aspectos que pueden favorecer la exportación son unos precios bajos del petróleo, ya que liberaría renta disponible, mientras que la política monetaria apoyará la demanda interna, así como la paulatina recuperación del sector inmobiliario, cuyo empleo empieza a mostrarse más dinámico.

También puede moderar la tendencia a la desaceleración del consumo el aumento de las pensiones y de los salarios públicos que supondría más de medio punto porcentual.

No obstante, el informe apunta que los retos a medio plazo para la economía aragonesa son exigentes, ya que estima que a finales de 2020 el empleo todavía estará 5,7 puntos por debajo de los niveles en los que se encontraba antes de la crisis, en 2008, y el paro estará 2 puntos por encima.

La evolución demográfica es otro asunto que se encuentra entre los retos por la dificultad para cubrir determinados puestos de trabajo, a lo que se une el elevado número de jóvenes que ni estudian ni trabajan, por lo que abogan por impulsar medidas para educir la vulnerabilidad de economía española frente a los desafíos vigentes.

En la dinámica territorial de la población española entre 1950 y 2016, al igual que en el resto de España, en Aragón se observa un rápido proceso de envejecimiento que conduce al incremento del peso de la población de más de 65 años durante todo el periodo.

El informe también apunta que aunque el crecimiento se habría desacelerado a lo largo de 2018, se mantiene sólido y lejos del estancamiento, y en el que ha "sorprendido", según Cardoso, el comportamiento "no positivo" del núcleo de población más importante de Aragón, la ciudad de Zaragoza, que a pesar de aumentar a un ritmo similar (0,2 %) al de la media regional, es "atípico", y se espera que sea temporal.

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