La inversión también contribuye a luchar contra el cambio climático
La inversión sostenible constituye una tendencia que continúa ganando adeptos en España, un 65 por ciento de los inversores ha aumentado sus asignaciones en ella durante los últimos cinco años.
A medida que el impacto del cambio climático es cada vez más notorio, los gobiernos y la población toman mayor consciencia de la importancia de llevar a cabo medidas de calado. Los consumidores están empezando a contribuir en la medida de sus posibilidades a un consumo más sostenible y amigable con el medio ambiente. Esta nueva forma de actuar acapara todos los ámbitos, incluyendo los de la inversión y el ahorro. Por ejemplo, de acuerdo con el último Estudio Global de Inversión de Schroders, la inversión sostenible constituye una tendencia que continúa ganando adeptos en España, ya que un 65 por ciento de los inversores ha aumentado sus asignaciones durante los últimos cinco años.
En el ámbito de las políticas públicas, una multitud de países en todo el mundo ya están moviendo ficha: 44 países a nivel global han comunicado su intención de generar toda su energía a partir de fuentes renovables. Francia ha aprobado el borrador de un plan energético que supone duplicar la capacidad instalada del país procedente de fuentes renovables hasta los 113 GW en 2028. En Noruega, las ventas de coches eléctricos ya suponen la mitad del total y algunas ciudades de China han sustituido sus autobuses diésel por vehículos eléctricos estos dos últimos años.
Pero la iniciativa más ambiciosa en este aspecto procede de Estados Unidos, donde se ha propuesto una batería de medidas denominada 'Green New Deal' (GND). Estas propuestas pretenden dar un vuelco radical a la industria del transporte, la actividad manufacturera y la generación de energía en el país, fijando su horizonte temporal en los próximos diez años y que no solo abarca medidas medioambientales, si no también sociales. El GND propone medidas para paliar el incremento de la desigualdad, atajar la pobreza y el desempleo con programas de formación y reciclaje profesional, garantías para funcionarios públicos, inversiones en barrios desfavorecidos o medidas de gran calado social como una renta básica o un sistema de sanidad universal. Además, se ha propuesto un objetivo de que el 100 por cien de la generación de energía provenga de fuentes renovables. Todo ello revolucionaría la economía estadounidense tal y como la conocemos.
El GND todavía necesita superar varios obstáculos prácticos y políticos, pero nos permite ser conscientes de la magnitud del problema al que nos enfrentamos. Cada gesto cuenta y las empresas también somos parte de la solución. En Schroders creemos que es importante hacer todo lo posible por contribuir a resolver este problema. Para ello, no dejamos de innovar y aportar nuestro granito de arena mediante herramientas y soluciones que permitan a los inversores y a los clientes incorporar la sostenibilidad dentro de su toma de decisiones de inversión. Por ello hemos lanzado hace ya más de 11 años el fondo Schroder International Selection Fund Global Climate Change Equity, hemos ampliado la gama de fondos ESG con dos lanzamientos nuevos en marzo de este año, y seguimos innovando con el lanzamiento de herramientas como SustainEx, un modelo que permite identificar los mercados más sostenibles del mundo o el Climate Progress Dashboard, que mide el aumento de la temperatura global a través de las iniciativas concretas de los gobiernos en el mundo. Estamos convencidos de que la innovación y la voluntad de mejora son los motores para garantizar un futuro mejor para todos en el que el cambio climático deje de ser una amenaza.
Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal