El fracaso del A380 no rompe la luna de miel de Airbus con el mercado
En pleno debate sobre si las oportunidades de inversión este ejercicio están en Europa o en EE.UU., un valor del Viejo Continente pone de acuerdo a la mayoría de los analistas: Airbus.
El fracaso del consorcio aeronáutico europeo, Airbus, con su A380, el avión de pasajeros más grande del mundo, que dejará de fabricarse en 2021, ha hecho temblar los cimientos de la industria aeronáutica. Pero su acción en bolsa no se ha inmutado. Es más, la reacción del valor desde que se dio a conocer la noticia ha sido alcista hasta el punto que el pasado 18 de febrero marcó máximos históricos en 111,26 euros.
La noticia de poner fin a la aventura de su avión gigante, que puede afectar a unos 3.500 empleos, varios centenares de ellos en España, coincidió con la publicación de los resultados del consorcio de 2018, que fueron muy brillantes. A pesar del impacto negativo de 463 millones de euros provocado por el A380, que está incorporado a estas cuentas, Airbus obtuvo un beneficio de 3.054 millones de euros, un 30 por ciento más, lo que le permite elevar el dividendo un 10 por ciento, con lo que abonará el próximo mes de abril un pago de 1,65 euros por acción.
El valor, a pesar de estas recientes turbulencias, vive una luna de miel con el mercado que ni el fin del A380 ha podido romper. El motivo, según el analista de XTB Darío García, es que Airbus se ha dado cuenta de que Boeing apuesta por un modelo de aviones de menor tamaño para distancias más cortas los cuales no necesitan grandes pistas de despegue y aterrizaje o un gran gasto de combustible para las aerolíneas por el tamaño de los motores, y se ha puesto al día: «La jugada ha sido perfecta porque su principal cliente del A380 (Emirates) le seguirá contratando para 70 modelos más pequeños, por lo que la producción aumentará en un 10 por ciento y llevará al PER a cerca de 20, mismo nivel al que cotiza Boeing. Esta búsqueda de la eficiencia con la distribución le da una mayor rentabilidad, que es lo que busca el accionista», explica García.
El gestor de Imantia Capital Jaime Espejo basa su tesis de inversión en que el mercado final de Airbus, las compañías aeronáuticas, «están en continuo crecimiento». Este gestor recuerda que se estima un ritmo de crecimiento del 4,5 por ciento anual durante los próximo 20 años para este sector, «por lo que un proveedor como Airbus se verá muy beneficiado». Para Espejo es muy importante el hecho de que la empresa tiene asegurada su cartera de pedidos y ventas para los próximos nueve años con casi 7.600 naves encargadas, por ello asegura que este motivo es «sustento suficiente para una muy positiva tesis de inversión. Además, cuenta con un posicionamiento del 56 por ciento en el mercado de naves pequeñas y tiene una gran base de clientes». Por otro lado, este experto recuerda que viene de un 2018 en el que el último trimestre fue «muy anómalo y estuvo lleno de dudas para la compañía». Espejo se refiere a los problemas con sus proveedores de motores, a una investigación por sobornos en Estados Unidos y Europa, a la guerra comercial que le hizo mella y un Brexit que tampoco le benefició. Pero llegaron los resultados y cumplió con las previsiones, por lo que las incertidumbres se han ido despejando.
¿Buen momento de entrada?
La cuestión ahora es sí es demasiado tarde para entrar en el valor después de las fuertes alzas acumuladas. El estratega de mercados de IG España, Sergio Ávila, pone el ojo en la batería de subidas de precios objetivo han lanzado este mes las firmas más potentes. Así,Ávila considera que las perspectivas son «muy positivas» con un crecimiento de los beneficios en torno al 18 por ciento en los próximos tres años y fija el precio objetivo en 134 euros, por análisis técnico, y 140 euros, por fundamentales. Para este experto el principal reto es que su principal comprador del A380 adquiera aviones más pequeños «que demandará según su plan estratégico».
Darío García explica que para calibrar una entrada sobre Airbus hay que tener en cuenta dos variables. Por un lado, que posee una buena rentabilidad por dividendo y la capitalización bursátil debería equipararse a su valor en libros, lo que daría «un punto óptimo de entrada». Por otro, pensando en una inversión a largo plazo, «daría igual el precio si al inversor le convence el nuevo marco de fundamentales de la compañía». García añade que se trata de una empresa que «ni es cíclica ni es una aerolínea, sino un proveedor de estas al cual le afecta de una forma marginal las incertidumbres del sector y el único riesgo que tiene es el psicológico por verse en máximos históricos». Para García, haber roto el máximo histórico le podría llevar a una mejora del balance y dar mayor visibilidad de la compañía en otras plazas como la alemana y la española. Lo que tiene muy claro es que una vez superado esta cota «habría que dejarlo correr hasta ver a dónde es capaz de llegar».
Para Jaime Espejo «es un valor muy interesante para un inversor tranquilo porque le dará mucha seguridad gracias al negocio que tiene detrás». Para el gestor de Imantia puede marcar precios de 120/125 euros para este año con un potencial del 10/15 por ciento.
Máximo histórico en 112,6 euros
El 3 de marzo del año 2000 Airbus marcó su mínimo histórico en 6,50 euros. 19 años después la compañía gala ha pulverizado ese precio con un nuevo máximo histórico de 112,26 euros, un 533 por ciento más según los datos ofrecidos por Bloomberg. Pese a estar cotizando en máximos, lo cual en mucha ocasiones hace frenar a las firmas en sus estimaciones de precios objetivos porque consideran que ya está suficientemente exigida la cotización, la casas continúan aupando el precio del valor para los próximos 12 meses. Es destacable el caso de Goldman Sachs. El gigante de la inversión ve un potencial alcista del 42 por ciento. La entidad ha subido un 11,8 por ciento el precio objetivo hasta los 142, con recomendación de comprar, lejos del máximo histórico y del precio del consenso del mercado de 127,87 euros por acción.
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