La disputa entre los propietarios de BonPreu entra en juzgados mercantiles

La disputa entre los hermanos Joan y Josep Font Fabregó, presidente y vicepresidente de Bon Preu, ha llegado hoy a[…]

La disputa entre los hermanos Joan y Josep Font Fabregó, presidente y vicepresidente de Bon Preu, ha llegado hoy a los juzgados mercantiles, donde se ha celebrado el juicio sobre la demanda del segundo para vender su parte al primero a un precio que ha situado entre 497 y 530 millones de euros.

El juicio es el último episodio de una larga historia de desavenencias entre los dos hermanos, que se reparten al 50 % la propiedad del grupo de supermercados, fundado en 1974 en Manlleu (Barcelona) y que facturó mas de mil millones de euros en 2017.

En el juzgado mercantil número 8 de Barcelona se ha visto hoy la demanda interpuesta por Josep en busca de una sentencia que le permita vender su parte a Joan al precio que considera justo, después de que los hermanos no llegaran a ningún acuerdo sobre la valoración del grupo pese a haber encargado cuatro informes.

El juicio, en el que no han declarado ninguno de los dos hermanos Font, que sí estaban presentes, ha quedado visto para sentencia después de la intervención de un perito y la presentación de las conclusiones de las dos partes.

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El abogado de Josep ha pedido a la juez que declare vigente el ejercicio del derecho a separación que recogen los estatutos de Bon Preu y que tenga en cuenta las valoraciones realizadas por las auditoras Grant Thornton y KPMG, con las correcciones propuestas por el perito, lo que se materializa en una propuesta de entre 497 y 530 millones de euros.

La defensa del vicepresidente ha señalado que Joan Font ha actuado con intención de boicotear el proceso de separación, tras considerar la separación irreversible. "La pareja ya lleva tiempo durmiendo separada y la sentencia sólo debe regular los efectos", ha dicho a manera de símil.

Por su parte, el abogado de Joan Font ha considerado "no válidas" las cuatro valoraciones presentadas, por contener discrepancias que exceden del 25 %, y ha solicitado que no se admita la demanda de Josep y que se avance hacia la "escisión" del grupo y la división en lotes de los bienes.

Respecto a la petición de 530 millones de euros, el defensor de Font ha advertido de que el pago de este dinero obligaría al grupo a ir a concurso. "Con más de 5.000 trabajadores no podemos pagar 530 millones de euros. Habría que ir al concurso. En cambio, con lotes sobrevivirá ", ha asegurado.

Fuentes de la defensa del demandante han asegurado después que el grupo cuenta con unas cuentas sólidas que harían posible la operación sin temer por el concurso y, por el contrario, han considerado inviable funcionar con una estructura de lotes, que obligaría a compartir los servicios centrales.

El grupo de supermercados catalán, propietario de las marcas Bonpreu, Esclat y EsclatOil, cerró 2017 con una facturación de 1.199 millones de euros, un 11,4 % más que en 2016 y se encuentra inmerso en un proceso de expansión.

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