Los problemas económicos crecen en Turquía..que se juega romper con la UE

El país celebra este domingo un referéndum clave en el que los ciudadanos decidirán si refuerzan los poderes de Erdogan. En medio de la crisis y el desencanto, si los turcos votan que sí, Turquía tendrá un sistema unipersonal sin mucho Estado de derecho ni contrapoderes, justo lo contrario a la filosofía que impera en Europa. 

El aumento de la incertidumbre en Turquía está afectando negativamente el desempeño económico, . En este contexto, los turcos están llamados este domingo a un referéndum trascendental en el que decidirán si refuerzan los poderes del presidente Erdogan. 

El último informe difundido por Crédito y Caución alerta del deterioro del comportamiento en pagos de las empresas turcas desde el verano de 2016. Entre 2012 y 2015 el PIB turco creció un 6,1% de promedio anual pero en 2016 se desaceleró hasta el 2,9%. El desempleo ha alcanzado la tasa más alta en siete años y la inflación ha aumentado constantemente desde finales de 2016 hasta superar el 11%. La lira turca se depreció bruscamente en los últimos seis meses, mientras que la necesaria inversión extranjera directa (-40%) y las llegadas de turistas (-30%) registraban importantes retrocesos.

De acuerdo con el informe de la aseguradora de crédito interior y a la exportación líder en España, las perspectivas económicas para 2017 siguen siendo prudentes en una economía sensible a las salidas de capital y la volatilidad de la moneda. La incertidumbre probablemente seguirá presente tras el referéndum constitucional, debido al calendario electoral del segundo semestre, la amenaza terrorista y los efectos de la guerra en Siria.

Este entorno difícil, marcado por la caída en la confianza de los consumidores, la menor inversión, el aumento del desempleo, la alta inflación, el aumento de la volatilidad del tipo de cambio y la restricción del crédito financiero, ha afectado a los principales sectores productivos del país, que registran desde 2015 un deterioro de su comportamiento en los pagos, plazos de pago más amplios y un crecimiento de la morosidad.

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Tanto el valor de los créditos impagados como el número de insolvencias empresariales ha aumentado considerablemente en Turquía. Mientras tanto, el 80% de las nuevas empresas fracasan en los primeros tres años después de su puesta en marcha, explica el informe, que incluye comentarios específicos sobre la situación de los sectores automoción, químico, farmacéutico, construcción, consumo duradero, maquinaria, metalurgia y textil.

Referéndum: ¿paso previo a la ruptura con la UE?

Por otro lado, y junto a la dificultades económicas, están las políticas. El referéndum organizado el domingo en Turquía sobre el refuerzo de los poderes del presidente Recep Tayyip Erdogan ha dividido al país entre partidarios y opositores de esta reforma constitucional. De hecho, esta votación podría hacer peligrar la relación del país con la Unión Europa. 

La relación entre Turquía y Europa siempre ha sido turbulenta, pero en estas últimas semanas la tensión ha alcanzado niveles inauditos, hasta tal punto de que una ruptura parece ahora posible, especialmente después del referéndum. 

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan lo volvió a prometer el domingo: "La cuestión de la UE se pondrá de nuevo encima de la mesa" tras este referéndum que, según el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, podría llevar a Turquía hacia una dictadura. ¿Busca el presidente turco realmente acabar con las negociaciones de adhesión de su país, en punto muerto desde hace años, pero que ninguna de las dos partes está dispuesta a abandonar de forma oficial?

La relación UE-Turquía "nunca ha sido un largo río tranquilo", observa Jean Marcou, profesor de Ciencias Políticas en Grenoble (sureste de Francia) y especialista en Turquía, pero está alcanzando "una intensidad verbal y un deterioro sin precedentes"."No podemos estar seguros de si (la relación) sobrevivirá en los próximos meses", estima el investigador, que juzga "muy sintomático" que Turquía "rechazara participar en la conferencia sobre Siria" organizada a principios de abril en Bruselas.

Las acusaciones que profirió el mandatario turco contra dirigentes políticos achacándoles comportamientos "nazi" después de que se anularan mítines pro-Erdogan en varios países europeos supusieron un giro en las relaciones. "Es la ofensa de más", estima Marc Pierini, del centro de reflexión del Carnegie Europe, ya que "reavivar esta herida es lo peor que se puede hacer a los europeos". "Quemamos un puente respecto a las relaciones personales", estima este exembajador de la UE en Turquía.

¿Y si gana el si?

Turquía, miembro de la OTAN, sigue siendo un socio militar ineludible. Y pese a su acercamiento "ambiguo" con Rusia, "se puede difícilmente imaginar una política extranjera turca que se aleje demasiado de Europa", considera Jean Marcou. Incluso si Ankara ha amenazado varias veces con romper el pacto migratorio concluido en 2016 con la UE, el acuerdo no ha dejado de traer frutos, con un flujo migratorio que llega a Grecia por el mar Egeo mucho menos importante que en 2015.

"A Turquía también le interesa este acuerdo", explica Marcou, señalando los problemas generados en los territorios turcos por los flujos migratorios hacia Europa, además de la importante ayuda financiera aportada por la UE. "La parte económica de la relación es muy sustancial para los dos bandos", destaca Pierini, recordando que la Comisión Europea había propuesto a finales de 2016 modernizar la unión aduanera entre los dos socios, cuyo valor de intercambios bilaterales de mercancías se ha multiplicado por cuatro desde 1996.

Entre el aumento de la tensión y los intereses convergentes, el resultado del referéndum del 16 de abril podría ser determinante.En caso de victoria del sí, la ruptura podría ser inevitable. "Tendremos un sistema unipersonal sin mucho Estado de derecho ni contrapoderes, autoritario y evidentemente en contradicción con los criterios políticos europeos", anticipa Pierini.

"La hipótesis optimista sería que una victoria del no -o incluso potencialmente una victoria reñida del sí- llevara al presidente turco a reconsiderar su actitud combativa frente a Europa y a intentar reparar la relación", avanza Asli Aydintasbas, analista para el Consejo Europeo de Relaciones Internacionales.

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