Cacerolada en Zamora por la decisión del Supremo sobre las hipotecas

Medio centenar de personas ha protagonizado hoy una cacerolada que se ha celebrado a las puertas del Palacio de Justicia de Zamora para expresar su malestar por la decisión del Tribunal Supremo sobre el impuesto que grava las hipotecas.

Los asistentes, convocados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y el colectivo Stop Desahucios de Zamora, han mostrado su rechazo al acuerdo del Supremo que ratifica el cargo al cliente del impuesto de actos jurídicos documentados y han culpado de la situación a la clase política.

Los concentrados, entre los que había representantes sindicales, integrantes de los colectivos sindicales y concejales de IU en el Ayuntamiento de Zamora, han mostrado una pancarta en la que se leía "cuando la injusticia se vuelve ley, la rebelión de vuelve deber".

Un portavoz de la PAH, Patricio Alonso, ha calificado de "cacicada" la decisión del Supremo y ha recordado que el Tribunal Europeo ya tuvo que corregir otra decisión del alto tribunal español en relación a las cláusulas suelo.

Alonso ha asegurado que la decisión supone "un segundo rescate camuflado a la banca con el dinero de los ciudadanos" y ha tachado de "prácticas ilegales" algunas de las cláusulas que fijan las entidades bancarias en los contratos hipotecarios.

Para la Plataforma de Afectados por la Hipoteca deben ser los políticos los que solucionen lo que ha ocurrido, ya que hay miles de familias que se quedan sin casa al no poder pagarla como consecuencia de determinadas cláusulas hipotecarias.

Patricio Alonso ha criticado que el Supremo sí haya tenido en cuenta la situación que se creaba para el sistema financiero español con la sentencia inicial de TS que atribuía al banco el pago del impuesto de actos jurídicos documentados y no se valore la situación de "emergencia familiar" en la que quedan los desahuciados.

La concentración se ha desarrollado en una mañana en la que ha llovido en Zamora, lo que ha restado asistencia a la cacerolada pese a que cuando se ha celebrado la lluvia ha dado una tregua y no ha sido necesario abrir los paraguas.

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