Trichet, cajas y deuda autonómica
Trichet tenía un guión fácil que cumplir en su comparecencia ante la prensa. Ha disipado el convencimiento que tenía todo el mercado de que subiría un escalón más los tipos de interés en la reunión de junio próximo. El súbito descenso del euro frente al dólar da indicio de hasta qué punto estaban los operadores del mercado convencidos de que el presidente del BCE daría indicios tras la reunión de hoy.
No faltan los que han respirado con alivio tras conocer la decisión del Consejo de Gobierno del BCE. La noticia es particularmente buena para los tenedores de hipotecas a euríbor variable de las economías periféricas y de las centrales. También el elemento sorpresa de Trichet es un balón de oxígeno para las pequeñas empresas. Debería tener efectos positivos, asimismo, en las Bolsas. Pero en estos momentos, los principales índices mundiales desandan soportes en un ambiente de pesimismo inversor.
El presidente del BCE ha tenido palabras de tranquilidad para la inflación, la política acomodaticia, el euríbor, la deuda portuguesa, la griega... Para casi todo lo que le ha preguntado la corte de periodistas que le ha seguido hasta Finlandia. Pero no todo su discurso ha sido un camino de rosas. Jean-Claude Trichet ha dejado claras las razones por las que no puede seguir su plan de escalada y que, posiblemente, el mercado está penalizando ahora. Sigue cada día más presente el peligro de una nueva crisis bancaria, lo mismo que una crisis presupuestaria en los países de la UE. En este sentido no debe caer en saco roto su advertencia a los bancos: "Quienes tengan un acceso limitado al mercado deben aumentar su capital con toda urgencia". Igualmente inquietante resulta su aviso a navegantes para los Estados con déficit público: "Hay riesgo de que algunos [Estados europeos] no consigan los objetivos de consolidación presupuestaria en 2011".
Dos efectos que desde que se enquistó la crisis financiera y económica en las Bolsas mundiales han tumbado irremisiblemente los índices una y otra vez. En España tenemos los nombres y apellidos de estos dos peligros que preocupan a Trichet: son las cajas de ahorros y la deuda de autonomías y ayuntamientos. Como se viene repitiendo en www.finanzas.com y ahora en Bolsalia: las primeras no conseguirán el capital privado necesario y los segundos no tendrán más remedio que descubrir sus inasumibles agujeros después de las elecciones. Parece que en Europa los que mandan empiezan a comprender que si caen los PIGS, ellos van detrás. Y que posiblemente, haya nuevas sorpresas en los próximos meses, no precisamente agradables como aparentemente ha sido la de hoy.