Los médicos residentes de Inglaterra irán a la huelga el 10 de febrero
Los médicos residentes irán finalmente a la huelga el próximo 10 de febrero en Inglaterra al no haber alcanzado un[…]
Los médicos residentes irán finalmente a la huelga el próximo 10 de febrero en Inglaterra al no haber alcanzado un acuerdo sobre sus condiciones laborales con el Gobierno, informó hoy la Asociación Médica Británica (BMA).
El sindicato que agrupa a ese gremio acusó además al Ejecutivo de "dar prioridad a la política" por encima de al "bienestar" de los pacientes en las negociaciones que mantienen para buscar una solución "justa".
Los médicos residentes votaron en noviembre a favor de secundar una huelga, repartida en tres convocatorias, en reclamo de mejor paga y condiciones laborales.
La primera de ellas la llevaron a cabo el pasado 12 de enero, con la cancelación de unas 4.000 operaciones quirúrgicas y otras consultas, y la segunda convocatoria estaba prevista para el 26 de enero, aunque fue finalmente suspendida.
El sindicato confirmó hoy en un comunicado que la tercera, programada para el 10 de febrero, seguirá adelante al no haber progresado las negociaciones.
La BMA explicó que las conversaciones han "colapsado" tras "la continua negativa del Gobierno a poner la razón antes que la política" a la hora de acordar una "solución justa" para una fuerza laboral que consideran que ya está "sobresaturada" de trabajo.
En un principio, este colectivo había previsto llevar a cabo un parón laboral completo, suspendiendo todos los servicios, incluidos los de emergencia.
Finalmente, los doctores decidieron proporcionar cuidados de urgencia solamente entre las 08.00 GMT del miércoles, día 10, hasta las 08.00 GMT del 11 de febrero.
El Ejecutivo británico quiere, entre otras cosas, reducir el número de horas que pueden cobrar como extra los médicos que desempeñan turnos nocturnos o "antisociales".
De un total de 50.000 facultativos residentes en Inglaterra, unos 37.000 son miembros de la BMA, el sindicato que ha convocado el paro.
Los médicos protestan porque el Gobierno, a cambio de un aumento salarial del 11 %, propone recortar en un 25 % el número de horas que se consideran "antisociales", es decir, las que conllevan una compensación económica extra.
Además, critican que el Ejecutivo quiera abolir la sanción que se impone a los hospitales que permiten que sus doctores trabajen más de la cuenta, y advierten de que la fatiga puede perjudicar a los pacientes.
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