¿Han llegado a su fin los días de baja volatilidad?
El segundo trimestre del año está ya bien avanzado y las compañías han comenzado a presentar los resultados de los[…]
El segundo trimestre del año está ya bien avanzado y las compañías han comenzado a presentar los resultados de los tres primeros meses del ejercicio, pero las bolsas parecen seguir sin inmutarse y la volatilidad por ahora brilla por su ausencia.
Así lo muestra el índice VIX, también conocido como 'indicador del pánico', que marcó el pasado viernes sus mínimos desde octubre, luego de otro acelerón alcista en la Bolsa de Nueva York. Es verdad que cada vez hay menos catalizadores sobre la mesa para seguir impulsando el rally más arriba, y los resultados pueden venir de la mano con sorpresas desagradables, pero con el mes de mayo a la vuelta de la esquina (que estacionalmente suele ser negativo), los inversores parecen no alarmarse.
Pero esta especie de remanso de paz en el que se han convertido las bolsas podría tener los días contados si son ciertas las predicciones de Andrew Sheets, analista de Morgan Stanley, para quien hay dos razones que permiten pensar que los actuales niveles de volatilidad que se están viendo en el mercado no son sostenibles.
Por un lado, dice este experto, "la liquidez que hay en el mercado todavía no es demasiada"; y en segundo lugar, este Sheets habla de la elevada complacencia cuando confiesa no esta seguro de que el mercado, en esta nueva ola de optimismo, haya sacado la conclusión lógica y correcta sobre hacia dónde se están dirigiendo los precios de los activos.
Lo cierto es que el VIX retrocede en lo que llevamos de año alrededor del 50%, en medio de un importante giro 'dovish' de los principales bancos centrales mundiales, preocupados por la ralentización del crecimiento global, y con las conversaciones entre China y Estados Unidos para poner fin a la guerra comercial muy bien encaminadas.
La cuestión es la complacencia de muchos de los participantes en el mercado, lo que hace que lleguen a equiparar a una 'Fed en modo de espera' con los bajos niveles de volatilidad; y aquí surge el problema, pues esto puede ser el origen de grandes movimientos en los precios de los activos, dice Sheets. el problema, según lo pinta este analista, es que el banco central estadounidense parece haberse metido en una especie de callejón sin salida.
De este modo, si la Fed mantiene una postura 'dovish' y los datos salen más débiles, "la volatilidad se incrementará", dice el experto de Morgan Stanley, mientras que si los datos macro mejoran pero los bancos centrales siguen pegados a su mensaje de no endurecer sus políticas monetarias, ello implicará que muchos inversores opten por abrir más posiciones de riesgo, lo que "también será volátil", dice este experto.