Marc Murtra: “El plan estratégico de Telefónica plantea decisiones difíciles”
El presidente ejecutivo de Telefónica, Marc Murtra, asegura que la compañía ha tomado decisiones difíciles tras el recorte del dividendo, pero reitera la voluntad de crecer y liderar Europa
El presidente ejecutivo de Telefónica, Marc Murtra, reconoció que el nuevo plan estratégico “plantea decisiones difíciles”, pero refleja la visión conjunta del equipo de dirección y del consejo de administración, con cuyo respaldo unánime cuenta la compañía.
El plan estratégico, bautizado como “Transformar y crecer”, traza el rumbo de la compañía hasta 2030 en un contexto de disrupción tecnológica y consolidación pendiente en el sector europeo de las telecomunicaciones, y entra esas decisiones complicadas, contempla un recorte del 50% del dividendo que ha sido muy mal encajado por el mercado.
Murtra subrayó que “la disrupción tecnológica está acelerándose; algunos cambios son tan rápidos que no tenemos tiempo para sorprendernos”, advirtió. Según el directivo, la IA “está redefiniendo procesos y redes”, mientras que los nuevos productos digitales “crean más valor” y reconfiguran la relación con el cliente.
El presidente insistió en la necesidad de una respuesta europea coordinada frente al dominio tecnológico de Estados Unidos y China. “Todas las grandes empresas que operan como actores dominantes están allí, y no hay ningún titán tecnológico en Europa”, lamentó, al tiempo que estimó que el continente “va a necesitar inversiones superiores a 750.000 millones de euros para cerrar la brecha”.
Telefónica sacrifica al accionista sin aliviar la deuda y el mercado pasa factura
Telefónica gana 828M€ hasta septiembre y recorta el dividendo a la mitad, hasta 0,15 euros
Sin operaciones concretas a la vista
Murtra identificó la consolidación como un fenómeno inevitable. “La consolidación europea va a ocurrir; el plazo es incierto, pero habrá inversiones en tecnología”, dijo. No obstante, aclaró que el plan actual “no incluye ninguna operación concreta” y que el grupo se centrará en fortalecer su posición en los mercados clave.
La directora de Finanzas y Control de Telefónica, Laura Abasolo, detalló las líneas maestras del plan, y colocó el acento en la generación de caja y la disciplina de capital. “Entre 2025 y 2028 vamos a dar un crecimiento sólido”, aseguró. El aumento de ingresos, explicó, procederá de una mayor convergencia de servicios, de la demanda digital y de un descenso en la actividad mayorista.
Telefónica ha reducido su exposición geográfica de once a seis mercados, lo que, según Abasolo, proporciona “un perímetro menos volátil y un balance más estable”. El grupo pretende mantener la inversión (capex) en niveles prudentes, con el objetivo de reforzar la generación de flujo de caja libre y anclar su rating crediticio.
En materia de deuda, el plan establece un objetivo claro: reducir el apalancamiento hasta 2,5 veces el Ebitda en 2028, desde los niveles actuales. El dividendo, señaló Abasolo, será “el resultado de una asignación de capital disciplinada”, con un payout de entre el 40 % y el 60 % del flujo de caja libre en el horizonte 2027-2028.
“El plan va a mejorar la flexibilidad financiera”, añadió, subrayando que cualquier operación inorgánica será selectiva y pragmática. “Solo haremos transacciones en los principales mercados que nos permitan sinergias importantes y condiciones favorables. Adoptamos un comportamiento pragmático para captar oportunidades. Solo invertiremos donde haya creación de valor”, sentenció.
“Nuestro mercado nos ofrece oportunidades, con más de 400 millones de personas”, recalcó el consejero delegado de Telefónica, Emilio Gayo, en relación con los planes del grupo para crecer en sus cuatro mercados clave, España, Alemania, Reino Unido y Brasil.
Castigo a Telefónica por el recorte del dividendo
La presentación del plan, sin embargo, fue recibida con escepticismo en el mercado. Las acciones de Telefónica llegaron a caer hasta un 11%, la mayor corrección en más de cinco años, después de confirmarse la reducción del dividendo a la mitad a partir de 2026, hasta 0,15 euros por acción, y una revisión a la baja del flujo de caja libre para el próximo ejercicio.
La compañía explicó que el cambio de metodología, que excluye compromisos con empleados y dividendos de Reino Unido, ofrece una imagen más precisa de la caja operativa recurrente. Pero el ajuste alimentó la desconfianza de los inversores, que esperaban una hoja de ruta con mayor ambición en crecimiento o consolidación.
Para los analistas de JP Morgan, se trata de un plan conservador, en el que el nuevo marco de flujo de caja libre reduce el objetivo de 2028 en torno a un 20% frente al consenso previo.
El mercado reacciona ante la decepción
Desde Morgan Stanley, Emmet Kelly señaló que el apalancamiento proyectado “es más alto de lo previsto”, lo que podría limitar el margen de mejora de la rentabilidad. Bernstein advirtió que el “tono más pesimista sobre la generación de caja” lastra el potencial de los dividendos y Deutsche Bank recordó que los pagos al accionista seguirán presionados más allá de 2026.
De esta forma, la expansión de márgenes prevista es limitada, lo que sugiere que la reducción del gasto inversor será más lenta de lo anticipado, resumieron los analistas de Bloomberg Intelligence.
Entre los expertos nacionales, Antonio Castelo, analista de iBroker, fue tajante en declaraciones a finanzas.com: “Las cifras trimestrales y el esperado Plan Estratégico han sido decepcionantes, y por eso el mercado ha reaccionado como lo ha hecho”.
A su juicio, Telefónica proyecta un crecimiento “discreto, del 1,5 al 3,5%, insuficiente para un sector que afronta una revolución tecnológica”. La falta de operaciones de consolidación visibles, añadió, deja “al mercado esperando señales más contundentes”.
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