Preocupación máxima por el futuro de Japón: crece el temor de que desate un shock mundial por su deuda millonaria
El primer ministro japonés ha comparado la situación que atraviesa el país con la crisis de Grecia
Japón, uno de los países más importantes del mundo, atraviesa una situación económica complicada, creciendo el temor de que la deuda millonaria que atesora provoque un shock mundial. De hecho, muchos analistas, como los de la web Euribor.com, consideran que lo que esta sucediendo en el país nipón puede ser todo un reflejo para la Unión Europea.
El país asiático es la tercera economía más grande del mundo por producto interno bruto (PIB), sólo por detrás de Estados Unidos y China. Su economía se ha caracterizado por el desarrollo tecnológico, una fuerte industria manufacturera y una estructura empresarial dominada por grandes empresas como Toyota, Sony y Mitsubishi.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Japón sufrió un gran crecimiento, convirtiéndose en una potencia industrial global. No obtante, en la década de 1990, la economía entró en un largo período de estancamiento que continúa a día de hoy, acumulando una deuda pública que supera el 260% del PIB, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Además, Japón se enfrenta a otros desafíos, ya que cuenta con una población envejecida y en disminución, afectando directamente a la productividad y al aumento de los costes del sistema de pensiones. La deflación ha sido una preocupación continuada, dificultando el crecimiento sostenido.
Un reflejo de esta situación económica es el yen. Actualmente, al Gobierno japonés le cuesta más fabricar la moneda de un yen que su valor, es decir, cada vez que fabrican la moneda pierden dinero, ampliando su deuda. El efectivo sigue siendo el módelo de pago predominante, por lo que eliminarlas no es una opción por el momento.
La deuda de Japón, una situación que recuerda a Grecia
Shigeru Ishiba, primer ministro japonés, lanzó una advertencia que ha tenido un gran impacto mundial, ya que comparó la salud fiscal de Japón con la de Grecia en su peor momento financiero. El país de la UE fue el símbolo de la crisis de deuda soberana que sacudió Europa durante una década.
Ishiba respondío así a las presiones internas para reducir los impuestos, financiando ese alivio con más deuda pública. La tercera economía mundial ya arrastra una deuda de más del 260% del PIB. Dichos números estan muy por encima del que llevó a Grecia al borde del colapso.
La diferencia entre Japón y Grecia han sido los tipos de interés muy bajos, el estímulo monetario masivo y un mercado de deuda dominado por inversores nacionales. Por ello, el Banco de Japón ha comenzado a destruir su política monetaria flexible.
En el año 2024 subió los tipos de interés al 0,5% y redujo la compra de bonos soberanos, provocando que el rendimientos de los bonos subieran.
- Bono a 10 años: 1,48%.
- Bono a 30 años: 2,87%.
¿Qué podemos esperar para el futuro? Si la deuda sigue subiendo, mantener el gasto sin respaldo podría poner en riesgo la sostenibilidad fiscal en un país que ya esta evenjecido y con un sistema de bienestar cada vez más costoso. Por el momento en julio habrá elecciones que podrían cambiar el rumbo.