Las familias buscan seguridad en sus inversiones
Los hogares españoles son fieles a la tradición y aunque, poco a poco, asumen más riesgo en sus inversiones, mantienen su perfil conservador. Así, en 2018 aumentaron su ahorro en depósitos un 10,9 por ciento, marcando récords, y huyeron de la bolsa con desinversiones en acciones de 10.000 millones.
Los hogares españoles son fieles a la tradición y aunque, poco a poco, asumen más riesgo en sus inversiones, mantienen su perfil conservador. Así, en 2018 aumentaron su ahorro en depósitos un 10,9 por ciento, marcando récords, y huyeron de la bolsa con desinversiones en acciones de 10.000 millones.
España es uno de los países de la UE con menor inversión financiera per cápita, y el año pasado bajó aún más debido al mal comportamiento de los mercados que llevó a casi todos los activos financieros a cerrar el ejercicio en negativo. Según datos del Banco de España, el ahorro en activos financieros de las familias españolas se situó a finales de 2018 en 2,15 billones de euros, un 1,6 por ciento menos que el año anterior. De ellos, 643.147 millones correspondieron a depósitos transferibles, lo que supuso un aumento del 10,9 por ciento respecto a 2017, y representan el 29,9 por ciento del total del ahorro financiero de las familias. También fue el activo que más se incrementó en 2018 debido a que los hogares priorizan la preservación del capital y buscan un activo que no les genere pérdidas importantes.
Para José Luis Manrique, director de Estudios de Inverco, la querencia de las familias por estos activos en 2018 se debió a que fue un año «con elevada volatilidad en los mercados y las familias prefirieron mantener en depósitos transferibles su ahorro, provocando máximos históricos».
Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Análisis de la Asociación Europea de Inversores Profesionales (Asinver), asegura que «con el ahorro en depósitos las familias buscan seguridad y liquidez y en momentos de incertidumbre tienden a elegir esta opción».
A juicio de Victoria Torre, responsable de Contenido, Productos y Servicios de Self Bank, este aprecio por los depósitos se explica por el alto número de ahorradores con fuerte vinculación a los grandes bancos, en los que la puerta de entrada es una cuenta corriente o un depósito. También a «una escasa cultura financiera y a un tipo de cliente conservador que opta por preservar su dinero».
Pero si el ahorro en depósitos por parte de las familias experimentó en 2018 una importante escalada, el hundimiento caracterizó a la renta variable. Los hogares redujeron su capital en bolsa un 19,6 por ciento, frenándose en los 104.140 millones. Así, las desinversiones en acciones alcanzaron los 10.000 millones y la inversión en renta variable cotizada solo supuso en 2018 el 4,8 por ciento del ahorro financiero de las familias.
La principal causa de esta desinversión hay que buscarla en que 2018 fue un mal ejercicio para los mercados financieros y en la gran volatilidad que sufrieron sobre todo en el segundo semestre del año, con fuertes correcciones en los principales índices: el Ibex 35 cerró el ejercicio con una caída del 15 por ciento.
«2018 no fue un buen año para la bolsa», asegura Javier Flores, y José Luis Manrique corrobora esta apreciación, «de hecho, el 60 por ciento de la caída de la inversión de las familias en bolsa correspondió al ajuste de valor de la renta variable por efecto del mercado, tras la elevada incertidumbre que caracterizó el comportamiento de las bolsas. Además, la devaluación de la renta variable provocó en las familias un incremento de la aversión al riesgo que produjo desinversiones en acciones».
Otra de las causas, según Victoria Torre, es que en 2018 la bolsa española «no supo sacar partido» al buen momento económico del país. «La incertidumbre política y las dudas sobre el crecimiento impulsaron a los inversores a refugiarse en activos defensivos. Hemos visto rentabilidades negativas en la deuda, el resurgir de los garantizados, la apuesta por depósitos a pesar de los nulos tipos de interés... y la incertidumbre regulatoria tampoco ha ayudado. Además, la controvertida tasa sobre las operaciones bursátiles es un elemento distorsionador que podría encarecer sustancialmente la compraventa de acciones, y este es otro freno para decantarse por la negociación en acciones».
LOS ACTIVOS INMOBILIARIOS SIGUEN TRIUNFANDO
Una de las opciones inversoras preferidas por los hogares el año pasado fueron los activos inmobiliarios. La riqueza inmobiliaria de las familias subió al 436 por ciento del PIB desde el 425 por ciento registrado en 2017. Mientras que la riqueza financiera neta cayó del 121 por ciento de 2017 al 113 por ciento de 2018.
En opinión de Manrique este aumento se ha debido a que tras años de elevadas correcciones en el precio de los inmuebles, «en 2018 pudimos observar una ligera revalorización, que provocó un pequeño crecimiento de la riqueza inmobiliaria de los hogares». Para Javier Flores este incremento hay que buscarlo en dos factores: el primero es que, tras la subida desmesurada del precio del alquiler, «vuelve a haber en España una preferencia por la compra de inmuebles». El segundo es la recuperación del precio de la vivienda.
PERSPECTIVAS
El escaso apetito inversor de las familias españolas por la bolsa podría cambiar tras los buenos resultados de la renta variable en los primeros meses del año. Así lo reconoce José Luis Manrique, para quien «es probable que si continúa el buen tono de los mercados de acciones las familias renueven su confianza en la bolsa».
Por su parte, Victoria Torre es poco optimista respecto a la evolución creciente del ahorro financiero de las familias este año y cree que, aunque los datos de crecimiento económico son positivos, «se espera una moderación, en el mejor de los casos». Además, existen, en su opinión, incertidumbres económicas y políticas que podrían llevar a revisiones a la baja en las estimaciones de crecimiento económico y «si a esto unimos un precio del petróleo al alza, que afecta directamente al bolsillo de los consumidores, concluimos que no es de esperar un incremento en el ahorro familiar para este ejercicio».
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