Mercados bajistas. ¿Cómo aprovechar la tendencia?

Los CFD son un tipo de derivados que permiten obtener rentabilidades en un entorno bajista

Si eres alguien que se interesa por los mercados financieros, o si estás empezando a invertir en bolsa y te atrae este mundillo, habrás oído hablar de los CFD, un instrumento que permite obtener rentabilidades también en mercados bajistas.

Pero ¿qué es un CFD? ¿De dónde viene el CFD? ¿Cómo se opera? ¿Es recomendable este tipo de producto de inversión? Vamos a explicar de una manera sencilla de qué instrumento hablamos.

El CFD o Contrato por Diferencia es un derivado cuyo precio se basa en el de un activo subyacente. Esto implica que las operaciones abiertas son en realidad contratos con el bróker, en lugar de la adquisición directa de un activo. Así, el CFD refleja el valor del precio de este activo. Generalmente los CFDs son instrumentos sin vencimiento establecido.

¿De dónde vienen?

Los CFD's fueron creados en Inglaterra en la década de los años 50 por los fondos de inversión para tener acceso a la negociación de operaciones con mucho apalancamiento. En España se comenzó a comercializar en el año 2007. 

Hablamos de instrumentos OTC (over the counter), es decir, no cotizan en un mercado organizado. Originariamente, los CFD únicamente eran accesibles al inversor institucional. Hoy son una herramienta de negociación muy popular entre los pequeños inversores de todo el mundo.

Los CFDs son derivados, como las opciones o los futuros, y, permiten obtener beneficios tanto en mercados alcistas como bajistas o ser utilizados como cobertura para las inversiones.

Existen CFDs referenciados a índices bursátiles, a una acción, a bonos, a una materia prima, a una divisa e incluso a una criptodivisa. Operando CFDs referenciados a una acción, por ejemplo, CFDs de Apple, no seremos titulares de las acciones de la compañía, simplemente con el CFD aprovecharemos las fluctuaciones en el precio del activo subyacente para obtener beneficios.   

El precio del CFD está vinculado al de su subyacente, el cual cotiza en un mercado organizado y del que conocemos su precio en todo momento. 

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¿Qué características tiene un CFD?

1. El CFD tiene acceso directo al mercado (DMA, por su sigla en inglés). Algunos brokers de CFDs cuentan con esta característica por lo que te permite operar directamente en el mercado, sin pasar por intermediarios.

2. Amplia oferta de activos subyacentes con los que operar.

3. Operar con CFDs te permite generar ganancias en mercados alcistas y bajistas, algo que no es posible con otros instrumentos financieros. De la misma forma se puede incurrir en pérdidas evidentemente, tienen riesgo.

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4. No tiene comisiones.

5. El CFD es un instrumento que permite el apalancamiento, por lo que es mucho más accesible para el inversor minorista.

6. Tiene mercado abierto 24h durante 5 días de la semana.

7. Los CFDs no tienen fecha de vencimiento, al contrario de los futuros que tienen Rollover. Podemos cerrar nuestra operación cuando consideremos.

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8. Puedes adaptar la cantidad invertida (el volumen del CFD) al tamaño de la cuenta o al riesgo máximo que quieras asumir como inversor ( 0.1 lote, 0.8 lote, 1.3 lotes)

9. En un supuesto caso de reparto de dividendos, el inversor en largo de CFDs mantiene todos los derechos económicos. Si el inversor opera en corto, deberá abonar la cantidad que corresponda en concepto de dividendos. La diferencia con los futuros a este respecto es que estos no poseen derechos económicos.

Podemos operar con CFDs en cualquier dirección, aprovechándonos de las tendencias bajistas.

A la hora de abrir una operación en cualquier mercado con CFDs existen dos posibles estrategias a seguir:

• Operar en largo (compra)

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En este caso esperamos que el valor del activo subyacente suba después de haber comprado el CFD. Si sube habremos obtenido un beneficio, si el precio baja, tendremos pérdidas.

• Operar en corto (venta)

En este caso esperamos que el precio del activo subyacente baje, por lo que venderemos el activo directamente, sin necesidad de haber comprado previamente el CFD. Si el precio baja obtendremos beneficios, por el contrario, si el precio sube, tendríamos pérdidas en nuestra cuenta de trading.

El CFD es un instrumento financiero mucho más barato que las acciones o el futuro (si hablamos de otros derivados). Sólo se cobra el spread al realizar la orden con el bróker, que es la diferencia de precios Bid y Ask, por eso siempre se empieza en la cuenta ligeramente en negativo ya que viene cobrado en la apertura de la orden.

¿Por qué el CFD es un instrumento más accesible al cliente minorista?

Principalmente, por los bajos costes, ya que se cobra el spread al abrir una operación y porque el inversor es el que elige el número de CFDs o lotes para operar y por consiguiente, el cliente es el que elige el valor de cada punto que se mueva el activo. 

Por ejemplo, cada punto en el futuro del Índice alemán, el DAX30, equivale a 25 euros, por lo que si el precio varía 4 puntos en su cotización, habremos ganado o perdido 100 euros. Eso es una cantidad muy grande ya que los futuros tienen mucha volatilidad y pueden ser pérdidas o beneficios de 100 euros posiblemente en minutos u horas. 

Si el inversor decide operar con el CFD referenciado al DAX30, el valor del punto es 1 euro, por lo que si opera con 1 contrato, esos mismos 4 puntos del ejemplo anterior representan 4 euros en beneficios o pérdidas para su cuenta, según si hemos comprado o vendido. 

Esto es muy importante ya que el CFD permite hacer una gestión del riesgo más tranquila y más óptima para cualquier perfil de trader, sin necesidad de estar operando futuros con grandes cantidades de valor por punto. Además para las cuentas más pequeñas el CFD puede desglosarse y operar con cantidades más pequeñas a 1 CFD, como es 0.1, con un valor de 10 céntimos por punto.

¿Afectará la Tasa Tobin a los CFDs?

En el Consejo de Ministros, además de la conocida tasa Google, también se ha aprobado la implementación de la tasa Tobin. Un nuevo impuesto sobre transacciones financieras que gravará con un 0,2 por ciento la compra de acciones españolas cotizadas en el mercado español que con fecha del pasado 1 de diciembre de 2018 tuvieran una capitalización por encima de los 1.000 millones de euros. 

El sujeto pasivo de este impuesto es el intermediario, pero como pasa siempre, es muy probable que repercuta al inversor, castigando de esta manera al ahorro de forma feroz.

Para evitar pagar esta tasa y  que no modifiquemos nuestra forma de invertir en los mercados, seguiremos hablando de los CFDs. Operar con CFDs nos permite sortear la Tasa Tobin, ya que estos instrumentos derivados quedan exentos del impuesto, además de otras tasas aplicables a las acciones del mercado continuo español.

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