Ibex: ya ha pasado lo peor... o no

Un poco más de tres meses le ha costado al selectivo español llegar al objetivo correctivo por excelencia. Me estoy[…]

Un poco más de tres meses le ha costado al selectivo español llegar al objetivo correctivo por excelencia. Me estoy refiriendo al famoso retroceso del 61,8 por ciento de Fibonacci que se produce tras un impulso como el que hemos vivido en el IBEX desde que el pasado 27 de diciembre arrancase desde la zona de 8.300 puntos hasta los máximos anuales que vimos el 23 de abril muy cerca ya de los 9.600 puntos.

Tal y como pueden ver en el gráfico, prácticamente 1.300 puntos en los que tras la primera corrección desde entonces, al marcar nuevos mínimos por debajo de los anteriores ya no podía faltar una de las herramientas de los analistas técnicos que son los retrocesos de Fibonacci y que te marcaban las referencias del 38,2 por ciento, de la mitad del impulso vivido y finalmente del 61,8 por ciento como serio objetivo a ser testeado.

Y como vemos, en esa primera corrección en los primeros compases del mes de mayo, el selectivo español alcanzó la primera de las tres referencias, dejando tan solo un cierre por debajo de ella para luego reaccionar al alza de manera tímida, no poder reconquistar la media móvil de medio plazo (línea roja) y volver a desarrollar otro impulso correctivo que le llevaría a la siguiente referencia justo a principios del pasado mes de junio.

Estábamos en junio y habíamos devuelto la mitad de las subidas desde inicio del año hasta el mes de abril. Esta vez el soporte era más fuerte por no haber marcado mínimos respecto a los de febrero y el selectivo estaba preparado para reaccionar de nuevo. De hecho, esta vez desarrolló una reacción alcista que hizo olvidar a muchos inversores que la tendencia de fondo continuaba siendo bajista y solo estábamos en una reacción.

De hecho, el 25 de julio emocionaba a más de uno al poder ver de nuevo los 9.400 puntos, nivel que hacía meses que no se veía. Pero el brusco giro y el alto volumen delataban el proceso de empapelamiento que estaban sufriendo.

Finalmente, nuevo tramo correctivo hasta alcanzar en el día de ayer el objetivo del número áureo de los 8.784 puntos, es decir, el 61,8 por ciento de todo el tramo alcista de inicio del año.

¿Esto significa que se ha terminado el proceso correctivo?

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Esta es la pregunta del millón. Pero realmente la respuesta es muy sencilla de responder.

El guion de la película está escrito hasta aquí y ahora todo va a depender de lo confiados que estén los inversores para entrar en unos precios más atractivos que los de hace una semana. Van a tener que valorar qué es lo que compensa más entrar ya y asegurarse unos precios inferiores a los que había hace una semana o buscar entrar a precios todavía más atractivos aun a riesgo de perderse la oportunidad de entrar.

Como no podemos entrar en la cabeza de cada uno de los inversores, lo único que tenemos es la evolución gráfica del selectivo para ver qué es lo que hacen. Dicho de otra manera, lo que tenemos que ver y vigilar es la calidad de la supuesta reacción alcista que se tiene que producir ahora tras haber alcanzado el testeo a tan importante soporte. Y la verdad, ver que un Santander, Repsol o Telefónica no están recogiendo dinero fresco de los inversores tras las palizas recibidas en las últimas sesiones hace necesario el instaurar la tranquilidad y no salir corriendo a comprar a estos precios.

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Así que todo en cuarenta a la espera de ver y confirmar que está entrando dinero y el selectivo español despierta. Perder los 8.750 puntos nos compromete mucho mientras que niveles por debajo de los 8.900 puntos implica que no está entrando dinero.

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