La oportunidad del billón de euros

El debate en el primer episodio del Foro Asesores Financieros fluye hasta abordar una enorme oportunidad para estos profesionales: el billón de euros que los españoles tienen en cuentas a la vista y depósitos debido a la inestabilidad

Los mercados están en permanente transformación y los asesores financieros deben adaptarse a estos cambios para aportar valor añadido a sus clientes y dotar de mayores retornos a sus carteras.

Esta es una de las principales conclusiones del Foro Asesores Financieros 2021, organizado por la revista INVERSIÓN con el apoyo de Banco Mediolanum.

En la primera sesión del foro, titulada ‘Asesorar en un mundo cambiante’, participaron Juan Massana, responsable de Banco Mediolanum de la zona Madrid-Centro, y Fernando Vega, profesor del máster en bolsa y mercados financieros del IEB, que estuvieron moderados por Ismael García Villarejo, director de publicaciones del Grupo ED.

Ambos expertos destacaron los cambios producidos en la industria financiera en los últimos años. «Hemos pasado de obtener rentabilidades del 5 por ciento con los depósitos a no recibir nada por ellos o de disponer de 50 entidades bancarias a reducirse a 10 tras la reestructuración del sector», señala Juan Massana.

Pero lo que no ha cambiado, en su opinión, es la figura del asesor: «Tanto antes como ahora es primordial para guiar a los inversores».

En este acompañamiento es esencial una sólida formación que cada vez es mayor entre los asesores y que debe integrar desde las finanzas sostenibles y criterios ESG, hasta las inversiones transfronterizas pasando por las criptomonedas.

Clientes más preparados

Con una mayor formación los asesores ofrecerán mejores servicios a unos clientes más preparados que en ocasiones se ven amenazados por el peligro de la infoxicación.

«Les llega demasiada información que no siempre saben gestionar, por lo que es vital tener a su lado a un asesor que les ayude a distinguir lo importante de lo que no lo es», apunta Juan Massana.

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A su juicio, el asesor debe apoyarse en tres pilares para prestar un buen servicio a sus clientes: adaptarse a los nuevos cambios, poseer una buena formación y contar con un buen partner que no dé bandazos en función de cómo se comporten los mercados.

Estas bases son esenciales al configurar una cartera de inversión con la que el cliente consiga sus objetivos. Según Fernando Vega, cuando el asesor realiza bien el proceso inversor y el cliente confía en su cartera, este no comete errores si vienen mal dadas.

Así se demostró el año pasado, cuando tras la caída en vertical de los mercados producida por el coronavirus, los inversores españoles no salieron en estampida deshaciendo posiciones. «En general no hubo salida de flujos, por lo que más tarde esos inversores se beneficiaron de las subidas».

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Gestores de emociones

Controlar las emociones de sus clientes para evitar que cometan errores en su inversión es otra de las funciones más valoradas de los asesores.

Massana considera que estos deben conocer los objetivos de sus clientes, informarse de su vida, saber para qué ahorran o invierten y después trazar un plan a largo plazo con ellos y durante los años en que se desarrolle ese plan gestionar las emociones de sus clientes porque «el producto es importante, pero lo es más el comportamiento del inversor sobre todo en momentos de crisis».

Por ello, la pedagogía que los asesores tienen que hacer con sus clientes es primordial para evitar que se equivoquen. «Los asesores deben traspasarles su cultura financiera porque a ninguno les gusta ver caídas del 5 por ciento en sus carteras, pero si les explicas por qué puede bajar el mercado y qué hacer si ocurre, ellos lo entienden», explica el experto de Banco Mediolanum.

Un billón en cuentas y depósitos

Pero el asesor no siempre lo tiene fácil, cuenta con una desventaja que no se da en otros países y que puede convertirse en una oportunidad: la excesiva querencia de los ahorradores españoles por los depósitos.

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En España existe más de un billón de euros en depósitos, cuentas corrientes y efectivo que dan una ínfima rentabilidad a sus propietarios, por lo que dirigirlos hacia productos de inversión supone un desafío para los asesores.

"Tener esos ahorros en cuentas y depósitos es la manera más segura de perder dinero debido al aumento de la inflación», apunta Juan Massana, para quien la labor del asesor es convencer a sus clientes de que tienen que dar rentabilidad a sus ahorros.

En este propósito ya han recorrido una parte del camino, pero aún les queda un largo trecho. «Llevamos mucho ganado», apunta Vega, «si vemos como estaba la inversión en España hace 25 años y como está ahora el avance es evidente».

Este progreso se ha producido, en su opinión, porque «los asesores están haciendo las cosas bien. Sus objetivos están alineados con los de sus clientes y ellos lo saben».

Segunda sesión: 'Competencias y cambios normativos'

La segunda sesión del Foro Asesores Financieros tendrá lugar el jueves 27 de mayo, a las 18.00 horas, bajo el título 'Competencias y cambios normativos'.

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Tratará sobre los continuos cambios regulatorios que tienen que afrontar los asesores financieros tres años después de que entrará en vigor Mifid II y cuando la Comisión Europea ya está revisando la directiva que conformará Mifid III.

En el encuentro participarán Fernando Ibáñez, presidente de la Asociación de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi), Sara Gutiérrez Campiña, socia de Finreg, despacho especializado en regulación financiera, y José Manuel Ortiz, consejero de Cuatrecasas y presidente del comité de acreditación y certificación de EFPA España, que estarán moderados por Alejandro Ramírez, director de INVERSIÓN.

Desarrollarán temas como la nueva categoría de inversores semiprofesionales que se plantea crear la Comisión Europea y las retrocesiones y su importancia en el asesoramiento financiero.

Más información sobre la mesa 'Competencias y cambios normativos'

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