Cuando los rendimientos son bajos, la gestión activa marca la rentabilidad

La adopción de cierto riesgo permite añadir esa rentabilidad

Hoy en día, en un mundo cada vez más polarizado, los inversores en renta fija se enfrentan a amenazas sin precedentes para lograr sus objetivos de inversión a largo plazo. 

La necesidad de ingresos es cada vez mayor y las fuentes para obtenerlos son cada vez más pequeñas. Los inversores no encontrarán ingresos, o ingresos atractivos, en los productos sin riesgo.  

Vamos a ver tipos extremadamente bajos durante un periodo de tiempo muy largo y otro ciclo en el que el efectivo no será una clase de activo.

Los inversores deben buscar las áreas del mercado en las que haya ingresos, y eso implica necesariamente asumir algún tipo de riesgo crediticio. 

Hoy en día más del 30% del universo de bonos registra rendimientos negativos. Sin embargo, si echamos un vistazo a la otra cara de la moneda, ese porcentaje significa que el 70% restante aporta rendimientos positivos. 

Aunque hablamos de algo más de dos tercios del total, aunque es cierto que gran parte de esa masa de deuda corresponde a bonos con rendimientos bajos apenas positivos.

Para nosotros, cualquier emisión con rendimiento es interesante. Pensamos que en los mercados emergentes y en algunas partes del crédito corporativo todavía pueden encontrarse muchos segmentos con rendimientos significativos, tanto para los inversores con aversión al riesgo como para los que están dispuesto a aceptarlo. 

Renta fija emergente: el paraíso de un gestor activo 

Nuestra experiencia nos dice que los riesgos que los inversores perciben de los mercados emergentes suelen ser mayores que los riesgos reales.   

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En el caso de los bonos corporativos menos líquidos, los inversores necesitan cierto tiempo para regresar a este universo, pero al final siempre lo hacen.

Sólo es necesario que el mercado comience a poner a los bonos el precio que les corresponde. En la actualidad, nos encontramos en un momento en el que los inversores están empezando a regresar al mercado y, en nuestra opinión, los bonos corporativos de alta rentabilidad de los mercados emergentes siguen siendo atractivos.

La repreciación de este activo todavía no ha terminado. 

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Muchos gestores de fondos de mercados emergentes tienden a invertir en activos líquidos cuando se respira incertidumbre en el ambiente. 

En nuestra opinión, hasta que los mercados se encuentran en plena floración no empiezan a descender por la curva de riesgo, y ese suele ser el peor momento para entrar. En los bonos corporativos de los mercados emergentes aún nos encontramos en la fase de repreciación, algo muy positivo para los inversores. 

En la desafiante situación macroeconómica actual, los gestores activos son los que han logrado buenos resultados y creemos que así seguirá siendo a partir de ahora.

Hemos observado que, con un sesgo hacia un enfoque bottom-up y conociendo las empresas en las que invertimos, somos capaces de encontrar valor verdadero en el mercado. Como inversor en un entorno como el actual, quiero a alguien que gestione carteras de forma activa y que sepa dónde encontrar valor.  

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