Tres bancos marroquíes ganan 8,5 millones de euros en África desde el 2010
Los tres bancos marroquíes Attijariwafa Bank, el Banco Popular y BMCE Bank Of África sumaron desde 2010 un total de[…]
Los tres bancos marroquíes Attijariwafa Bank, el Banco Popular y BMCE Bank Of África sumaron desde 2010 un total de beneficios que alcanzaron 9.000 millones de dirhams (8,5 millones de euros) desde 2010 por sus filiales en el continente africano, informó hoy el semanario francófono marroquí "La Vie Éco".
Las implantaciones transfronterizas de esas instituciones financieras en África les permitieron generar, en 2016, un producto bancario neto de 14.000 millones de dirhams (1.308 millones de euros), lo que supone un 30 % del total de beneficios durante ese año.
Se trata de un gran avance, según "La Vie Éco", porque hace más de una década los beneficios de los tres bancos en sus diferentes sucursales en el continente africano alcanzaban difícilmente los 60 millones de dirham (5,5 millones de euros), lo que representaba menos de un 2 % del total de sus beneficios.
La presencia de los bancos marroquíes en los países africanos va creciendo, pues el grupo Attijariwafa Bank, que pertenece a la Sociedad Nacional de Inversiones (SNI, holding de la familia real marroquí), comprará este año la filial egipcia del banco británico Barclays.
Esta filial inglesa cuenta con 1.500 empleados, una red de 56 agencias, más de 660 millones de dirhams (61,6 millones de euros) de beneficios netos y un resultado neto de 22.000 millones de dirhams (más de 2.000 millones de euros).
La transacción que llevará a cabo Attijariwafa Bank en Egipto convertirá a la filial egipcia en la mayor implantación del banco marroquí en el extranjero.
Según estadísticas publicadas a finales de marzo pasado, la SNI mejoró en 2016 sus beneficios en un 34%, gracias principalmente a sus inversiones en África, hasta sumar 4.420 millones de dirhams (unos 400 millones de euros).
Marruecos se encuentra inmerso en los últimos años en una estrategia multidimensional hacia África liderada por el propio rey Mohamed VI, en la que se combina la política, la economía, la religión y la cooperación internacional.
En cada viaje que hace a algún país africano, el monarca va acompañado de una nutrida delegación de empresarios que aprovechan el impulso político para concretar inversiones en el continente gracias al apoyo explícito de los Gobiernos.