La lira turca vuelve a caer tras el alza de los tres últimos días
La lira turca ha invertido hoy la tendencia alcista de los últimos tres días, y ha vuelto a situarse en[…]
La lira turca ha invertido hoy la tendencia alcista de los últimos tres días, y ha vuelto a situarse en torno a 6 unidades por dólar y 7 por euro, en vísperas de la Fiesta del Cordero musulmana que paralizará la semana entrante.
Aunque en la apertura de los mercados continuaba esta mañana la recuperación iniciada el martes, después de caer el "lunes negro" hasta los mínimos históricos de 7 liras/dólar y 8 liras/euro, una hora y media más tarde la divisa volvía a perder valor.
Al estabilizarse tras el mediodía en torno a las 6,9 liras por euro y 6 liras por dólar, similares a los niveles del miércoles pasado, acumulaba un retroceso del 3,9 % frente a la moneda norteamericana y del 4 % frente a la europea.
A última hora de esta tarde, la Agencia de Regulación y Supervisión bancaria turca (BDDK) ha emitido un comunicado para ampliar el alcance del límite sobre permutas financieras, que había fijado en un 50 % el lunes y en un 25 % el miércoles pasado.
Hoy aclaró que ese límite del 25 % abarca también futuros, opciones y otros derivados de las permutas.
El retroceso de la lira coincidió hoy con la decisión de un tribunal turco de rechazar, por tercera vez esta semana, la petición de puesta en libertad del religioso estadounidense Andrew Brunson, que lleva casi dos años en prisión preventiva en Turquía, un caso que ha exacerbado las tensiones diplomáticas entre Washington y Ankara.
El recurso del sacerdote había sido ya rechazado el martes pasado y nuevamente el miércoles, día en el que se trasladó la apelación a un juzgado superior, que hoy ha confirmado el mismo dictamen tras examinar el caso.
Brunson, detenido en octubre de 2016, está acusado de "espionaje" y vínculos tanto con la guerrilla marxista kurda PKK como con la cofradía islamista del predicador turco Fethullah Gülen, archienemiga del grupo armado kurdo.
Estados Unidos ha pedido reiteradamente la puesta en libertad del clérigo, a lo que Turquía se ha negado, lo que ha llevado a una grave crisis entre ambos países, tradicionalmente aliados.
Ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, escribió en un tuit: "Turquía se ha aprovechado de Estados Unidos durante muchos años. Ahora están reteniendo a nuestro maravilloso pastor cristiano, al que tengo que pedir ahora que represente nuestro país como un gran rehén patriota".
"No pagaremos nada por la liberación de un hombre inocente, pero estamos reduciendo (relaciones) con Turquía", agregó el presidente.
Ya a principios de agosto, EEUU impuso sanciones económicas a los ministros de Interior y Justicia turcos, a lo que Ankara respondió con idénticas medidas, y el viernes pasado, Trump anunció una duplicación de los aranceles al acero y aluminio turcos.
Del volumen de exportaciones turcas, las destinadas a EEUU solo son el 4,6 % y, de éstas, el sector del acero y aluminio supone un 13 % (unos 900 millones de dólares anuales), pero pese al escaso peso económico de la medida, el mensaje de Trump pareció socavar la confianza de los mercados.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha prometido resistir al "asedio económico", y el martes Ankara duplicó los aranceles sobre 22 categorías de productos estadounidenses.
Mientras tanto, el Banco Central turco ha tomado medidas para inyectar liquidez al sistema, pero hasta ahora no ha elevado los tipos de interés, cuando una subida drástica de los mismos es lo que recomiendan los expertos consultados por Efe para frenar la inflación y sanear la economía.
Actualmente, el tipo de interés básico es del 17,5 %, ligeramente superior a la tasa interanual de la inflación, que supera el 15 %.
Los analistas consideran la inacción del Banco como una señal de su falta de independencia respecto a Erdogan, cuyas ideas económicas poco ortodoxas y su tajante oposición a los altos intereses no convence a los inversores.
La Fiesta del Cordero musulmana la próxima semana, en la que gran parte de la población se va de vacaciones a la playa y que paraliza la vida económica turca hasta el siguiente domingo, hace prever que el Banco no tome ninguna medida antes de la última semana de agosto.
Los expertos financieros turcos tampoco parecen creer en una rápida recuperación de la lira, según se desprende de un informe del Banco Central difundido hoy con los resultados de una encuesta mensual entre personajes del mundo económico.
Según el sondeo, al terminar 2018 el dólar se cambiará a 5,9 liras, prácticamente su valor actual, y el índice de precios al consumidor (IPC) alcanzará un 16,5 %.
La Bolsa de Estambul subió hoy un 1,8 % tras haber perdido un 10 % desde el jueves de la semana pasada.