Ética y rentabilidad van de la mano en la Inversión Socialmente Responsable

Expertos congregados en el foro ISR organizado por Inversión y el diario ABC reivindican que atender a criterios sostenibles no está reñido con el rendimiento

Uno de los aspectos que tradicionalmente han generado desconfianza por parte de los inversores hacia la inversión socialmente responsable (aquella que se realiza teniendo en cuenta criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo) es la posibilidad de que este tipo de activos y productos tuviese un peor comportamiento que sus pares convencionales por el mero hecho de atender a criterios de sostenibilidad. Sin embargo, los expertos congregados en el foro ISR organizado este martes por Inversión y el diario ABC en la bolsa de Madrid descartaron por completo este extremo.

"Inversiones más rentables y más sostenibles. Es posible tener ambas cosas a la vez", dijo al respecto Carmen López, responsable de índices de Bolsas y Mercados Españoles (BME).

"La sociedad está cambiando. Para muchos inversores, la rentabilidad pasa por la sostenibilidad sí o sí. Y no solo en España. Se trata de un tema global", añadió Francisco Javier Garayoa, director general de Spainsif, la asociación que promueve esta filosofía de inversión en España. 

En concreto, estos expertos explicaron que las empresas que realizan su actividad atendiendo a estos criterios de sostenibilidad (respetan las normas internacionales de derechos humanos, tratan de minimizar su impacto sobre el medio ambiente, etc.) se enfrentan a menores riesgos de todo tipo (reputacionales, legales, etc.). Asimismo, consiguen una financiación más barata a través de instrumentos como los bonos verdes o los bonos sociales. Y esto termina por redundar en una mayor rentabilidad, según argumentaron.

Por eso, la inversión socialmente responsable no solo acarrea beneficios para los inversores, sino que las compañías también se están uniendo a esta filosofía porque "aporta resultados", apuntó Fernando Ibáñez, vicepresidente de ASEAFI y cofundador de Ética Patrimonios EAF. Por ejemplo, "una empresa que realice su actividad bajo criterios sostenibles tiene más capacidad para captar inversiones institucionales", aseveró. 

Así las cosas y una vez que las grandes compañías han interiorizado la conveniencia de desarrollarse de manera sostenible, el reto es que las empresas más pequeñas incorporen los criterios de la sostenibilidad en su actividad. Para ello, es un impulsor muy importante el hecho de que las grandes compañías hayan tomado la iniciativa y ya estén "en la foto", afirmó López. 

Y, una vez dado este paso, la tendencia debe llegar también a los proveedores, tal y como relató Antonio Fuertes, responsable de reputación y sostenibilidad de Naturgy. "El pilar es la extensión de la sostenibilidad a toda la cadena de valor y, en este caso, a proveedores. Nosotros tenemos más de 8.000 proveedores y unos 6.000 están evaluados en criterios ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo). Ahora, estamos empezando a valorar a los proveedores de los proveedores. Eso es una gran fuerza para extender las prácticas sociales al conjunto del tejido empresarial", explicó.

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