Empresas chinas aspiran a convertir el país en el primer inversor del mundo

Las empresas chinas de todos los sectores -financiero, de materias primas, manufactureras-, aspiran a convertir al país asiático en el[…]

Las empresas chinas de todos los sectores -financiero, de materias primas, manufactureras-, aspiran a convertir al país asiático en el primer inversor del mundo, han explicado hoy los responsables de algunas de las mayores compañías chinas en el Foro Económico Mundial de Davos.

Tras la intervención de esta mañana del presidente de China, Xi Jinping, en el Foro Económico Mundial, varias mesas redondas y debates se han centrado en el papel que desempeña y desempeñará en el futuro el gigante asiático.

Ya no es posible seguir incluyendo a la segunda economía del mundo como parte de los mercados emergentes, ya que constituye por si sola un mercado emergente, como ha indicado el presidente del grupo inversor indio Abraaj Group, Arif Naqvi.

Así lo ha reconocido también la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, quien ha admitido que las inversiones chinas en la zona son "gigantescas", pero excesivamente centradas hasta ahora en las materias primas, algo que en su opinión debe cambiar.

Seria bueno que los inversores chinos diversificaran sus intereses, ha explicado Bárcena, quien cree que las relaciones deben basarse en el comercio, la financiación y también la confianza.

Pero es cierto, ha reconocido, que Cepal está construyendo ya una "sólida relación con China" en términos de mayor igualdad.

El presidente de China Electronic Corporation, Liu Liehong, ha asegurado que este deseo es ya una realidad, puesto que su empresa cuenta ya con cuatro fábricas fuera de China, en Latinoamérica y en África, y espera ampliar en un futuro esta política.

China Electronic invierte en Ecuador y en otros países, y en todos ellos tiene la constancia de que "ayuda" al desarrollo local; en concreto, en Brasil o Argentina trabajan directamente a través de filiales.

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En ambos países cuenta ya con varias fábricas, que funcionan "relativamente bien", y en otros, tiene en marcha proyectos de inversión que no ha querido desvelar.

Bárcena ha querido poner el acento en la creación de empleo, ya que China asegura que "creará diez millones de empleos en el continente", algo que resulta difícil de creer.

Lo cierto es que China desempeña ahora un doble papel como líder de los llamados países emergentes y como aspirante a liderar la economía mundial no sólo convirtiéndose en el principal inversor en el extranjero, han señalado varios de los ponentes.

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Por mucho que las economías emergentes vayan a sufrir con las inminentes subidas de tipos de interés en Estados Unidos, dado que se trata de países fuertemente endeudados en dólares, ha explicado la profesora de la Universidad de Harvard Carmen Reinhart, China constituye un caso aparte.

La clave, ha explicado el investigador del Instituto Global de Finanzas de China Liu Mingkang, radica en el ritmo al que la Reserva Federal de Estados unidos (Fed) suba los tipos de interés, dado que la economía estadounidense ha arrancado el año "con fuerza".

Mingkang se ha mostrado convencido de que las perspectivas para la economía china "son mejores este año de lo que eran en 2016", porque lo relevante no es si crecerá "al 6 % o al 7 %", sino que sea un "crecimiento de calidad".

Ese es el objetivo, la calidad del crecimiento, en un país que alberga una cuarta parte de la población mundial y que, ha reconocido, se encuentra muy endeudado.

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Pero el país "lleva ya 30 años de reformas, como ha explicado hoy el presidente Xinping en Davos", y nadie puede poner en duda sus frutos, ha señalado Mingkang.

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