El Gobierno vasco estudia entrar en ITP con un 4% tras la venta de Rolls-Royce

El Gobierno vasco firma un acuerdo con el comprador de ITP Aero para estudiar su entrada en el accionariado de la compañía aeronáutica tras mantenerse la sede financiera en el País Vasco

La consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, ha señalado que la administración autonómica estudia la fórmula para entrar en el accionariado de ITP Areo tras la venta de la empresa por parte de Rolls-Royce a Bain, junto con Sapa y JB Capital, por 1.700 millones de euros. 

Tapia ha enfatizado que esta operación es un “punto de partid interesante” para la compañía aeronáutica, líder mundial en motores y componentes aeronáuticos, pues se mantendrá el empleo en la región y la sede financiera en el País Vasco. 

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La consejera señala que ya se ha firmado un acuerdo con Bain para analizar la entada del Gobierno vasco en el accionariado y que estas se mantendrán de forma fluida en los próximos meses para controlar el 4 por ciento del grupo

El consejo seguirá siendo español 

La sociedad tiene presencia, además de en España, en los Estados Unidos, el Reino unido, la India y México. La operación, donde se vende el 100 por 100 del capital social, se cerrará en 2022 y se ha anunciado en la fecha límite puesta por Moncloa y el Gobierno regional para lograr un acuerdo. 

Rolls- Royce ha anunciado que ITP Areo será una empresa independiente dirigida por el consejero director general actual, Carlos Alzola, desde Zamudio (Bizkaia), pero no se sabe si su presidente, el exministro Josep Piqué, seguirá en el cargo. 

Además, también ha transcendido que se pondrá en marcha, en el corto plazo, un proyecto industrial con el que estabilizar el crecimiento orgánico de la compañía. Por su parte, Bain únicamente ha señalado que nombrará a un presidente no ejecutivo y al consejero delegado, ambos con nacionalidad española y residencia en España. 

Indra se “salva” de la operación 

Aunque la venta haya finalizado sobre un consorcio internacional, desde La Moncloa siempre se quiso que fuese Indra la que se quedase con ITP al ser una empresa de creación española donde la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales formó parte del corazón de su accionariado. 

El Gobierno quería retomar este componente al considerar a la empresa como estratégica y evitar así que sociedades de fuera del país se hiciesen con la empresa, pero tanto la dirección de la compañía, capitaneada en aquel momento por Abril-Martorell, como el mercado se opusieron. 

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Los títulos de compañía caían con fuerza cada vez que se conocía la posibilidad de que Indra entrase en la puja y fueron subiendo al calor de las informaciones que terminaban por desvincular a Indra de ITP. 

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