El FMI recorta el crecimiento de España al 1,2%, casi la mitad que la previsión del Gobierno

El FMI calcula que la economía española crecerá el 1,2 por ciento en 2023, frente al 2,1 por ciento que calcula el Gobierno de Pedro Sánchez

El Fondo Monetario Internacional recortó la previsión de crecimiento de la economía española en 2023 hasta el 1,2 por ciento, según el informe ‘Perspectivas de la Economía Mundial’.

La nueva previsión es casi la mitad que el 2,1 por ciento calculado por el Gobierno de Pedro Sánchez. Además, son 3,9 puntos menos respecto al crecimiento de la economía española en 2021.

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Igualmente, el FMI redujo su pronóstico de crecimiento global el próximo año al 2,7 por ciento, desde 2,9 por ciento de julio y el 3,8% de enero. El organismo dijo que hay una probabilidad de 25 por ciento de que el crecimiento se desacelere a menos del 2 por ciento.

En la zona euro, la institución calculó que el mayor varapalo se lo llevará la economía de Alemania, con una contracción del 0,3 por ciento, seguida por Italia, cuyo PIB descenderá el 0,2 por ciento.

El FMI prevé una desaceleración "drástica" del crecimiento en España

Respecto al informe publicado en julio, el hachazo a las previsiones de crecimiento españolas es de ochos décimas en el PIB, un recorte considerable en apenas unos meses. Solo Italia, con nueve décimas menos, y Alemania, con 1,1 puntos menos, superan la rebaja española.

De acuerdo con las proyecciones del FMI, el crecimiento en España e Italia “se desacelerará drásticamente en 2023”, llegando a ser incluso negativo en el caso italiano.

De esta forma, el “débil crecimiento en 2023 en toda Europa refleja los efectos indirectos de la guerra en Ucrania, con revisiones a la baja especialmente pronunciadas para las economías más expuestos a los cortes de suministro de gas de Rusia, y las condiciones financieras más estrictas”, dijo el FMI.

A esta ecuación se suma el Banco Central Europeo, que una vez terminó sus compras de activos netos. “elevó rápidamente” los tipos de interés en 50 puntos básicos en julio de este año y en 75 puntos básicos en septiembre, recordó el organismo.

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España, a la cabeza en paro

Respecto a la evolución del mercado laboral en España, el FMI proyectó que la tasa de paro se reducirá este año en cuatro décimas, desde el 12,7 por ciento hasta el 12,3 por ciento. Aún así España seguirá a la cabeza de Europa en desempleo en 2023.

En cuanto a la inflación, el FMI pronosticó que los precios crecerán en España el 7,7 por ciento en 2022 frente al 8,8 por ciento de aumento en la zona euro, mientras que el año que viene alcanzará el 4,9 por ciento, 1,3 puntos por debajo de la media.

Tampoco le irá mejor a la balanza por cuenta corriente de la economía española, que pasará detener un superávit del 0,9 por ciento sobrel PIB en 2021 a contabilizar un déficit del 0,2 por ciento este año y el que viene, según las proyecciones del FMI.

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Una oleada de pesimismo para la economía global

Respecto a la evolución de la economía global, el informe del FMI dibujó un panorama de fuerte pesimismo, marcado por la guerra en Ucrania, la subida de la inflación y las perspectivas de China.

“La economía mundial se está debilitando aún más y se enfrenta a un entorno históricamente frágil. La perspectiva sigue estando determinada por tres fuerzas. Inflación persistente y creciente, que provoca una crisis del coste de la vida, la invasión rusa de Ucrania y la crisis energética asociada, y la desaceleración económica en China", dijo el FMI.

De esta forma, el organismo prevé que el crecimiento global se desacelere al 2,7 por ciento en 2023, 0,2 puntos porcentuales menos que lo proyectado en julio.

Estas cifras suponen que más de un tercio de la economía mundial se contraerá en 2023, mientras que las tres economías más grandes del mundo, los Estados Unidos, la zona del euro y China seguirán estancadas, detalló la institución.

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"Desafortunadamente, la mayoría de los riesgos para las perspectivas son a la baja", dijo el FMI. En concreto, el informe citó el riesgo de que los bancos centrales calibren mal sus medidas de política monetaria en un momento de alta incertidumbre y fragilidad. Es decir, que se relajen demasiado pronto y provoquen que la inflación siga siendo excesiva.

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