Diferentes enfoques sobre el mercado de acciones
El mercado de acciones o como solemos decir, la bolsa¹, puede abordarse desde muchas perspectivas. La bolsa es un fenómeno complejo que permite que los inversores puedan obtener rentabilidad a través de vías que nada tienen que ver entre sí o incluso que pueden aparentar ser antagónicas.
Elegir un enfoque de inversión u otro es completamente dependiente de la visión y preferencias que un operador tiene sobre el mundo según la propia experiencia vital, los conocimientos adquiridos, la educación, los prejuicios y la cultura en la que cada inversor ha crecido.
El concepto de enfoque nada tiene que ver con el de estrategia o el de táctica. Para aclararnos, un inversor observa el mundo bursátil y cree tener una idea de cómo funciona. En base a esa visión, idea o enfoque decide que va a invertir siguiendo una serie de reglas determinadas que le han de llevar al éxito; esto es la estrategia. Y como toda regla general necesita de ser amoldada a la realidad según los hechos que se van sucediendo en el presente, hará uso de diferentes tácticas que son actuaciones sobre el terreno siempre encaminadas a ejecutar la estrategia general de la manera más eficiente posible.
Tres grandes enfoques en bolsa
1. El análisis fundamental
Es el enfoque mayoritario y el que enseñan en las escuelas de negocios. La base de la que parte todo análisis fundamental son los estados financieros de una compañía. El inversor fundamental se interesa por saber cuáles son los activos y pasivos de una empresa, sus beneficios, sus gastos, su margen operativo, cuál es la situación de la compañía con respecto a la competencia y un largo etcétera de variables que definen el negocio.
El análisis fundamental también valora otros elementos que no son estrictamente el análisis de las cuentas de una compañía, hablamos de los factores cualitativos. Un buen análisis fundamental también observa si se puede confiar en los directivos de una compañía, investiga si los números que éstos publican son ciertos o están cocinados, si las marcas de una compañía tienen prestigio y eso supone una ventaja, si las patentes que la empresa guarda bajo llave crearán valor en el futuro y otros elementos difíciles de cuantificar con exactitud pero a los que se le debe prestar atención.
¿De qué serviría analizar una compañía como Coca Cola desde un punto de vista meramente cuantitativo? Cualquiera puede fabricar un refresco de agua y azúcar, pero la marca importa y mucho. Cualquier análisis cuantitativo de la compañía de refrescos más reconocida a nivel mundial estaría incompleto si no se tienen en cuenta esos otros elementos que le permiten estar en una posición de liderazgo.
En resumen, el análisis fundamental es el estudio pormenorizado de todos los posibles aspectos -cuantitativos y cualitativos- de una compañía para llegar a responder de forma afirmativa o negativa si invertir en esa empresa es una buena decisión. Si la compañía cotiza a un precio menor que el valor presente o futuro estimado por el analista, entonces lo recomendable es comprar. En el caso de que la compañía cotice a un precio mayor que el valor estimado, entonces lo recomendable es vender. Dentro de la categoría general de análisis fundamental, pueden distinguirse dos grandes estilos de inversión²: el value investing o inversión en valor y el growth investing o inversión en crecimiento. La primera es la filosofía inversora que busca empresas incorrectamente infravaloradas por el mercado mientras que la segunda busca empresas en fase de desarrollo que aún conserven un alto potencial de crecimiento. Por su propia naturaleza, el horizonte inversor de los practicantes del análisis fundamental es el largo plazo, ya que una empresa infravalorada puede necesitar el paso de muchos años antes de que la cotización refleje su valor real. O si se trata de una compañía en crecimiento, es probable que necesite muchos años de desarrollo para justificar el precio al que el inversor compró sus acciones.
2. El análisis técnico
Este método de análisis, que es el segundo enfoque más utilizado en los mercados, podría decirse que es el análisis alternativo. El análisis técnico estudia series de precios y volúmenes de cualquier instrumento financiero y de una miríada de indicadores derivados de esos mismos datos.
Los analistas técnicos entienden que el mercado se comporta de forma no aleatoria formando patrones que se repiten en el tiempo. Así, un estudio pormenorizado del historial de precios permitiría detectar patrones y sacar provecho de ellos. Para el analista técnico carece de completo valor conocer si las ventas de una empresa aumentan, si el margen operativo se erosiona o si las cuentas de resultados son fidedignas. Para el analista técnico todos esos elementos se reflejarán en el precio a través de patrones que aconsejarán la compra o venta de esa acción. El análisis técnico suele ser el método analítico y operativo favorito de los operadores con un horizonte temporal más reducido, como lo operadores intradiarios o a pocas semanas vista³.
3. El análisis macroeconómico
El análisis macroeconómico, en sentido estricto, es un tipo de análisis fundamental que en vez de observar la situación de una compañía individual, tiene en cuenta la situación económica de un país, su sistema político y sus relaciones con los demás países. Y también en sentido estricto se puede decir que se enseña en las facultades de economía. No obstante, la aplicación real de un análisis macroeconómico es un deporte completamente diferente al del análisis fundamental sobre acciones individuales y en la práctica tiene poco que ver con lo que se puede aprender en un manual de macroeconomía.
Hugo Ferrer. Fundador de inBestia.com y CIO de Ferrer Capital Management. Profesor del Experto de Bolsa de la Universidad de Alicante. Autor del libro "El Inversor Global: inversión y especulación siguiendo la fuerzas económicas que dirigen el mercado de acciones".
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