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Los promotores están cada vez más enfadados con las entidades financieras por considerar que les están haciendo la competencia de[…]

Los promotores están cada vez más enfadados con las entidades financieras por considerar que les están haciendo la competencia de manera desleal. Argumentan que bancos y cajas apenas ponen trabas a la hora de conceder los préstamos a quienes les compran los inmuebles que tienen en balance. Pero no ocurre lo mismo con quienes les compran la vivienda al promotor: es a ésos a los que los bancos dicen "no". En cierto modo, esta manera de hacer de las entidades es comprensible. El riesgo que un banco o una caja asume al vender uno de los inmuebles que se ha adjudicado es muy inferior: en el peor de los casos, esa vivienda volvería a su balance.

Éste es un problema al que se enfrentan los promotores. Pero hay más. Detrás hay también una cuestión de precio. Las entidades financieras son cada vez más agresivas en sus ofertas. Por poner sólo un par de ejemplos: Caja Madrid vende pisos con descuentos de hasta un 40% y Caixa Catalunya, en apenas medio año, ha realizado dos rebajas, con lo que algunos de sus inmuebles ya están a mitad de precio. Estas cifras suponen una fuerte presión para los promotores, que acumulan no menos de 800.000 viviendas en su stock.

Por eso, en algunos foros, los promotores han pedido al Gobierno un particular plan de rescate: que el Estado les compre su stock. "Ya que el Estado es un promotor importante, para qué va a construir más viviendas protegidas, habiendo tantas ya construidas", argumentan algunos expertos. El Gobierno, sin embargo, les ha respondido que esa medida no entra en sus planes. Ya les había propuesto convertir su cartera de inmuebles en viviendas protegidas, lo que significa sacarlas al mercado a precio de VPO. Pero muy pocos promotores se han acogido a esta medida. Lo que me pregunto es: ¿Cuánto querían que el Estado les pagara por sus viviendas?

Si la razón por la que subían los precios de los pisos era que había mucha demanda, porque la gente tenía dinero para pagarlo. Pues que otra vez se ponga en marcha de nuevo la mano invisible del mercado: que los precios bajen hasta que la oferta se vuelva a encontrar con la demanda. En Estados Unidos, donde en algunas zonas los precios han bajado un 40% o un 50%, eso ya comienza a pasar. El lobby del G-14 se queja de que hace cuatro meses que no inician una vivienda. Pero es que, durante los años del "boom" han construido el doble de las que se necesitaban. Los excesos se pagan.

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