Morgan Stanley y el ladrillo: un poquito de por favor

¿Doctor Jekyll y Mister Hyde, pura y dura descoordinación o buen funcionamiento de las murallas chinas? Lo cierto es que[…]

¿Doctor Jekyll y Mister Hyde, pura y dura descoordinación o buen funcionamiento de las murallas chinas? Lo cierto es que quien escuchara el miércoles al codirector global de Morgan Stanley Real Estate Investing, John Carrafiell, en Barcelona y haya leído esta mañana el informe sobre el sector inmobiliario de la misma casa corre el riesgo, muy serio, de dar con sus huesos el el psiquiátrico más cercano.

Dice el ejecutivo que es hora de coger el tren inmobiliario. Mientras, su banco, en un informe fechado ayer,  rebaja un 32% de media el precio objetivo de las compañías del sector de  Europa Continental -dice de dos compañías de capital español que pueden llegar a valer cero en el peor de los escenarios- y prevé que el valor neto de los activos se desplomará un 19% en 2009.

Es la diferencia entre pintar un panorama sencillamente desolador o ver interesante la opción de invertir en ladrillos en los dos o tres próximos años. La última es la recomendación del ejecutivo de perfil en el Meeting Point más discreto que se recuerda. Nada de ofertas de coches, viajes y plazas de garaje a cambio de comprar casas. Ahora de lo que se trata de es facilitar la financiación a los potenciales compradores que no pueden adquirir lo que el sector inmobiliario no puede vender. ¡Ahí es nada con la que está cayendo en el mercado crediticio.

Pero volvamos al principio. Dice Carrafiell que los tipos de interés bajarán más, que los precios de los inmuebles caerán y que las rentabilidades subirán. Este será el caldo de cultivo para que, cuando el sector empiece a salir del agujero, lo haga para crecer rápidamente de nuevo.En ello está de acuerdo el informe, según el cual la caída del precio del dinero puede provocar a medio uno o varios rallys puntuales en las cotizaciones de las inmobiliarias.

A partir de aquí ya no hay más coincidencias entre los mensajes del directivo y de los analistas del banco estadounidense. Dice Morgan que la corrección que estamos viviendo en el sector es más dura y rápida que aquella otra devastadora de comienzos de la década de los noventa del siglo pasado, que el valor neto de los activos (NAV) va a caer más que en ciclos anteriores, que se adivinan en el horizonte más recortes de dividendos y que las cotizaciones no tiene otro camino que el bajista. Se mire por donde se mire, el texto no puede incentivar menos la compra de títulos inmobiliarios.

¿La habían pasado copia a Carrafiell del informe que su propia casa publicó ayer? ¿Se justifica tanta descoordinación en un momento de máxima sensibilidad hacia un sector, el inmobiliario, que le está pasando una costosísima factura al mercado español?

Muy bien lo sabe Morgan Stanley, el banco que ha hecho pingües negocios -el que más- en la consolidación del sector en España. Dirigió la salida a bolsa de Renta Corporación, la de Fadesa -y luego la venta del grupo a Fernando Martín-, de Riofisa -y más tarde asesoró la venta del grupo a Colonial- y de Reyal en la OPA sobre Urbis, entre otros. Esta entidad fue responsable de las valoraciones de locos que se hicieron hace apenas doce meses. Unas operaciones que, ahora por su participación en varios procesos de financiación, le está dando más de un quebradero de cabeza.

No les quepa duda de que el informe es devastador. Tanto, que las dos compañías de capital español analizadas, Realia y Gecina, son susceptibles de valer cero en el peor de los escenarios dibujados por Morgan Stanley. ¿Qué dira el señor Carrafiell en la próxima conferencia?

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