¿Llegarán las rebajas a los pisos de los bancos?

Con los pisos pasa como con el IPC: por más que las estadísticas se empeñan en mostrar que bajan, el ciudadano de a pie sigue resistiéndose a creer los datos. Basta con echar un vistazo a los distintos "supermercados inmobiliarios" para comprobar que hay una clara resistencia por parte de los vendedores (de todo tipo: particulares, agencias, promotores y bancos) a realizar descuentos. La percepción popular es que los pisos, en general, no han bajado o no, al menos, tal y como están reflejando las cifras. Por eso, resulta difícil creer que podemos estar ya ante un cambio de ciclo. ¿Cómo pueden verse brotes verdes en un mercado que no se ha saneado prácticamente nada?

Esta misma teoría (la de que para que los precios de las viviendas comiencen de nuevo a subir tendrán que bajar primero) la avala el Banco de España con su última actuación: la institución ha decidido endurecer las provisiones para los inmuebles que están adquiriendo bancos y cajas. En breve, las entidades se verán obligadas a provisionar un 10% adicional del valor de los pisos que lleven más de un año en su balance.

¿Qué se busca con esto? Frenar el ascenso de la morosidad, por supuesto. Pero también incitar a los bancos a que bajen, por fin, el precio de los cientos de pisos que tienen en cartera. Hasta ahora, algunas entidades se han mostrado claramente contrarias a vender los pisos a precio de ganga y prefieren mantenerlos en balance, a la espera de que un cambio de ciclo les permita hacer buenas plusvalías. Sin embargo, con sus nuevos requisitos el Banco de España incita a que las entidades saquen al mercado esos inmuebles. Que vendan, a toda costa. Y bajen los precios. Sólo así pondrán de verdad un granito de arena a la recuperación, económica e inmobiliaria.