Los ramalazos del nuevo impuesto de Sánchez dejan marcas en las eléctricas

El riesgo del impuesto del Gobierno a las energéticas procede de la inseguridad y la injerencia regulatorias más que de la cuantía del tributo, que se trasladará a los consumidores

La decisión del Gobierno de gravar con un nuevo impuesto los beneficios extraordinarios que las empresas energéticas están logrando tras la subida del precio de la energía sigue dejando marcas en estas cotizadas.

Tras filtrarse, a principios de la semana pasada, la decisión del Gobierno de implementar el nuevo tributo, que entrará en vigor en 2023, la alarma se extendió por el parqué y la cotización de las eléctricas, principalmente, cayó con fuerza.

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Endesa se dejó un -2,90 el martes y un -2,24 por ciento el miércoles, mientras que Iberdrola bajó un -2,72 por ciento y un -2,90 por ciento los mismos días y Red Eléctrica cayó más de un 3 por ciento el martes.

El jueves volvió la calma y se produjo un rebote, que en el caso de Iberdrola rozó el 4 por ciento. Los tres valores cerraron la semana en verde. Pero en la sesión de ayer, la primera tras el anuncio de Sánchez de que irían adelante con este impuesto, volvieron los números rojos a la mayoría de las acciones del sector.

Iberdrola fue la que salió peor parada, con una caída del 1,32 por ciento.

Sector eléctrico

El hecho de que finalmente lo que se grave sean los impuestos extraordinarios ha hecho que el balance de daños sea más reducido, en opinión de los mercados. Las caídas, aunque dejarán señales, no serán tan acusadas como se esperaba en un principio, si el impuesto hubiese tenido un alcance mayor.

El impacto del impuesto en el sector eléctrico debería ser limitado", señalan los analistas de Banco Sabadell.

Argumentan que "los beneficios extraordinarios a los que se aplicará el nuevo gravamen con las medidas ya vigentes -como el cap del gas o la minoración de los windfall profits para aquellos contratos superiores a 67 euros/MWh- serían reducidos, ya que la mayor parte de la producción de las eléctricas estaría vendida a precios inferiores a 67 euros/MWh".

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Una de las eléctricas más afectadas por el gravamen sería Endesa, vaticina Diego Morín, analistas de IG.

Sector gasista y petrolero

Tampoco las gasistas deberían ver muy penalizada su cotización debido al nuevo tributo. “El impacto también debería ser limitado", apuntan desde Banco Sabadell, en la medida de que exista “un alto peso de contratos cubiertos”. En Naturgy es del 80/70 por ciento entre 2022 y 2023).

También quitan hierro al castigo que el nuevo tributo generará sobre las petroleras. “El sector del petrolero tampoco parece que se verá muy penalizado a juicio de lo ocurrido en Italia -con un impuesto similar-, donde ENI ha estimado que el coste, en el peor de los escenarios, implicaría algunos cientos de millones de euros".

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Injerencia regulatoria

El mayor riesgo del movimiento que acaba de hacer el Gobierno con la aprobación del nuevo impuesto se deriva, no tanto de su cuantía, sino de la inseguridad regulatoria que puede generar.

Lo que menos gusta a los inversores es la incertidumbre, en este caso regulatoria”, señala Juan José Fernández-Figares, director del Departamento de Análisis de Link Securities, "lo que podría lastrar la evolución de la cotización de las energéticas en bolsa".

Por ello recomienda cautela y reconoce que legalmente puede haber “trabas serias, por lo que habrá que esperar hasta conocer qué pretende hacer el Gobierno”.

También desde Banco Sabadell inciden en que el “el sesgo negativo de la medida es la injerencia regulatoria en el sector y no tanto el impacto cuantitativo directo que pudiera implicar”.

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Por su parte, los analistas de Bankinter opinan que esta medida pone de manifiesto "ciertos aspectos de intervención en el mercado que pesan sobre el sector".

Consumidores, los paganos del nuevo impuesto

La discreta incidencia que el tributo puede tener en las cotizadas se debe a que estas podrán derivarlo a los consumidores y serán ellos los que asuman el impuesto.

"Serán los consumidores a los que se trasladará el pago del impuesto, por lo que su impacto en el sector será limitado", apuntan desde Sabadell.

Respecto a la inversión en cotizadas del sector energético se muestran muy selectivos y se posicionan a favor de las renovables, entre ellas, Iberdrola, Ecoener y Acciona Energía.

Diego Morín también apuesta por las renovables "en el actual entorno de volatilidad del mercado energético y de transición en Europa hacia una energía verde".

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Cree el actual contexto beneficia al sector de las renovables, especialmente a empresas como Iberdrola o Acciona, pero "el marco actual es tan impredecible que la inversión en estos valores debe de realizarse con cierta cautela”.

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