Diferencias entre un banco tradicional y un banco digital o neobanco

Las nuevas plataformas que pretenden revolucionar el mercado financiero suelen ofrecer una experiencia de usuario más sencilla y menores costes asociados pero cuentan con una oferta de producto escasa

Aunque el mercado bancario español ha adelgazado bastante con la desaparición de las cajas y la integración de varias entidades, la oferta se está ensanchando con la aparición de nuevas opciones digitales.

Ante la proliferación de estas últimas, puede que algunos ahorradores encuentren dificultades para distinguir qué opción les interesa más.

Por eso, en este artículo explicamos las principales diferencias entre los bancos tradicionales, las entidades online y los neobancos (lo que en inglés se conoce como challenger banks).

Para empezar, es preciso explicar que existen tres tipos de entidades según su apuesta digital, explica Fernando Rivero, de la consultora especializada en el sector financiero Ditrendia. Estos son:

  • Banco tradicional: ofrece servicios financieros a clientes a través de múltiples canales como sucursales, teléfono, banca online y la aplicación de banca móvil. Algunos ejemplos son: Caixabank, Santander, Sabadell, BBVA o Bankinter.
  • Banco online: centra su actividad financiera en clientes que operan únicamente a través de canales de banca por Internet o teléfono. Algunos ejemplos son ING, Evo, Pibank, Openbank o Activobank. (ING y Evo tienen algunas sucursales pero su principal canal es el online).
  • Neobanco (o challenger bank): es un tipo de banco digital accesible a los clientes solo en aplicaciones móviles o por Internet. Algunos ejemplos son N26, Revolut, Bnext, Imagin Bank y Myinvestor.

Los usuarios estamos más familiarizados con los dos primeros tipos pero desconocemos exactamente en qué se diferencian de los terceros.

En ese sentido, Rodrigo García, CEO y fundador de Finnovating (y presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech) explica que los neobancos se caracterizan por ser bancos diseñados casi exclusivamente para el canal móvil.

Por eso y porque no arrastran el legado de los bancos, suelen presentar experiencias de usuario simples y transparentes, intensivas en tecnología; con productos de menores comisiones para el cliente.

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Se definen por “la personalización del producto y una comunicación abierta donde el cliente toma un papel principal y es escuchado”, dice García.

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Con esta estrategia, buscan captar a los clientes más “desatendidos” por la banca tradicional, como los jóvenes, los usuarios más avanzados en Internet, los estudiantes, las personas no bancarizadas o los expatriados, por poner algunos ejemplos.

Sin servicio de atención al cliente presencial

En el lado negativo, los neobancos carecen de servicio de atención al cliente presencial y suelen contar con una oferta más limitada de productos que los tradicionales, hasta el punto de que hay neobancos que solo ofrecen cuentas corrientes y tarjetas.

Si bien, los bancos online cuentan con ofertas más agresivas y beneficiosas para el cliente, una estrategia que usan para ganar cuota frente a los tradicionales. Algunos ejemplos son las ofertas de Evo para hipotecas o Pibank en depósitos.

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En todo caso, es justo decir que los bancos tradicionales han hecho los deberes y sus plataformas digitales resultan también muy cómodas para el cliente. “Por ejemplo, BBVA ha ganado premios internacionales por ser la mejor aplicación móvil debido a la funcionalidad y servicios que ofrece, incluso considerándose mejor que muchos bancos online y neobancos”, dice Rivero.

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