«No todo el mundo está preparado para cualquier cargo en una cofradía»

Conjuga pasión por el Derecho y las cofradías, de las que forma parte desde pequeña por tradición familiar. Y de[…]

Conjuga pasión por el Derecho y las cofradías, de las que forma parte desde pequeña por tradición familiar. Y de esa comunión sale la preocupación por un mejor gobierno de las hermandades. Profesora de Civil en Málaga, Paloma Saborido sacó adelante el año pasado el primer curso universitario de formación integral en gestión de estas asociaciones católicas, que vuelve a celebrarse este ejercicio. En él se imparten conocimientos sobre régimen fiscal, responsabilidad contractual y muchos otros aspectos imprescindibles en el día a día de una hermandad. «Una cofradía no puede regirse como una peña», resume.

¿Están bien preparados los gestores de las hermandades?

En general sí lo están. Pero actualmente las cofradías están inmersas en el trafico jurídico y hay una serie de normas que nos afectan directamente que muchas veces se desconocen. Hablo de protección de datos, sobre propiedad intelectual, sobre igualdad... Aunque seamos asociaciones religiosas no podemos ignorarlas porque nos regimos por ellas.

Hábleme de aspectos concretos en los que más se note este déficit.

Por ejemplo, protección de datos. Los datos que tienen las cofradías de los hermanos están especialmente protegidos por su carácter religioso. Y se han estado usando en elecciones sin autorización. O se han publicado alegremente listas de hermanos que salen de nazarenos. En Málaga, por ejemplo, se ha dado el caso de un litigio porque una cofradía publicó datos de un niño y uno de sus progenitores, separados, demandó al padre que lo había inscrito y también a la hermandad. Al final hubo acuerdo extrajudicial pero el problema está ahí. Se han dado problemas con la publicación de una imagen con derechos de autor. Por accidentes con la cera del suelo. O el caso último de una hermandad que a escasos días de la Semana Santa se queda sin banda de música porque ésta se niega a tocar una determinada marcha. Un conocimiento previo en materia de contratos podría haber ayudado en este caso.

¿Percibe resistencia al cambio en este mundo?

No. En el curso del año pasado hubo una implicación total, y entre el alumnado hubo gente joven y no tanto. Miembros de juntas de gobierno y hermanos mayores. Se pusieron sobre la mesa cuestiones y problemas que yo ni me había planteado. En nuestra Agrupación, desde que llegó el actual presidente, Pablo Atencia, se están desarrollando cursos de formación muy específicos y los hermanos participan. Hay ansia en formarse. Porque no todo el mundo está preparado para cualquier cargo en una cofradía, igual que no todo el mundo puede dirigir una determinada comunidad. Yo jamás podría ser tesorera, no llevo ni la economía de mi casa. Podría ser albacea u otra cosa, pero no tesorera. Y las cofradías, como asociaciones que mueven a miles de personas, necesitan de una estructura con personas plenamente formadas que tengan conocimientos exactos de materias que les van a influir.

¿Qué conocimientos son básicos en materia fiscal?

Hay exenciones de gravámenes en determinados bienes inmuebles dedicados al culto, pero otros bienes no están destinados a ellos y ya no cuentan con ese beneficio. El cofrade ha de saber cuáles. Por ejemplo, locales que se usan como almacén. El contencioso administrativo ha rechazado la posibilidad de que se acogieran a la exención del IBI. En El Rocío de Huelva ha habido problemas por una serie de locales en la que se reúnen los hermanos y hay un bar. Tampoco tienen ese beneficio y habido litigio judicial.

¿Una cofradía debe entonces regirse como una empresa?

No es eso. Eso desnaturalizaría a las cofradías. Una hermandad debe saber claramente que es una asociación católica de fieles. Que no es una peña ni otro tipo de entidad. Pero es una de las asociaciones católicas más importantes de la Iglesia a nivel de número de hermanos. Y la que mayor autonomía económica tiene. Por eso hay que saber gestionarlas y para ello necesitas formación.

Sin embargo, sí incluyen cuestiones como el márketing como materia en su curso...

Es que no podemos olvidar que lo que hacemos es una catequesis de fe pública. Enseñamos la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo. Ye el espectáculo que creamos está el servicio de la catequesis. El márketing no se usa para tener más hermanos que otra cofradía o para que la gente mire nuestras flores que son mejores que las del otro. Se utiliza para atraer y convencer. Ésa su la finalidad última. Si no, estamos en otra cosa.

«Ocupamos el espacio público porque la sociedad ha hecho propio este movimiento»

Cada vez más son necesarios conocimientos sobre seguridad ciudadana.

Efectivamente, y se han incluido en esta edición del curso. Un cofrade con responsabilidad de llevar a miles de personas a la calle debe saber qué hacer cuando suceden barbaridades como las del año pasado en el Cautivo de Málaga o la Madrugá sevillana. Hay que saberse las normas. El caso de la Pollinica, donde el 80% ciento son niños, la responsabilidad la tiene la que está al cargo de ellos.

¿Qué opina de las críticas de ciertos sectores ideológicos a las ayudas públicas que recibe la Semana Santa?

La esencia de las cofradías es eminentemente católica. Pero existe una doble naturaleza, porque también constituyen un auténtico movimiento social. Que está plenamente introducido en la comunidad. Ocupamos el espacio público porque la sociedad ha hecho propio este movimiento, que además es motor económico, turístico y artístico que atrae muchos beneficios. Los sectores políticos que critican a la Semana Santa muestran un desconocimiento total de que es la propia comunidad la que ha hecho propia la tradición.

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